France-24 y su “método”:
Imágenes de Caracas por Huceima
Aclaro, de antemano que importa muy poco cómo me llamo, ni de donde soy ni como he llegado hasta aquí, sino lo que voy a revelar, porque a excepción de una sola hermana, toda mi familia (15 miembros entre próximos y lejanos parientes) sigue, como la inmensa mayoría de su población, rehén del Polisario en los campamentos de argelinos de Tinduf y víctima de laberintos de “derechos humanos” y de “solidaridad’ internacional… La situación de la población de estos campamentos es real y potencialmente inquietante. Atada a la vida, la gente se pregunta con qué derecho fue sometida a tantas humillaciones y a tantos atentados contra su dignidad saharaui. Cunde la desconfianza y la parquedad. Desaparecen trágicamente la solidaridad, la fraternidad y el amor al prójimo. La gente no busca más que sobrevivir para el día siguiente con la eterna pregunta de que si alguna ayuda humanitaria internacional u otra limosna haya llegado al campamento y, sobre todo, si les va a llegar.
¡Qué solido es este Marruecos! Al final van a tener que reconocer que su justicia, sus parlamentarios y su Francia-24 no han servido a gran cosa en su encarnizada guerra contra Marruecos.
Por ello les echan de África. Por ello la audiencia de su France-24 roza el cero salvada solo por la aliada junta militar argelina que no tolera que no se ataque a Marruecos.
En busca de audiencia desesperadamente antes de cerrar la tienda, France-24 los busca hasta en el gulag argelino de Tinduf, donde la mayoría de los secuestrados conocen el sucio juego de Paris y de su régimen.
¿Y Marruecos? Como una roca. No se mueve. No se interesa. No responde a las pequeñeces.
El Sahara está allí. Casi medio siglo es lo mismo: los detractores de turno… las calumnias de la circunstancia y las difamaciones de la coyuntura.
Mañana si se acepta a Macron cesarán como si nunca hayan difamado a Marruecos… como si nunca hayan mentido sobre el Sahara… como si nunca han hecho destape de la deontología y de los principios éticos de la prensa. Con este contra aquél, hoy y mañana con aquél contra este. Es France-24 y es justamente lo que no se debe ser ni imitar.
France-24 se ha fusionado con el canal de televisión oficial argelino. Tanta monta, monta tanto. Pero para Marruecos se necesita alkgo in finitamente mayor que France-24.