Crece el descontento y la crispación contra Argelia en los campamentos
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Aclaro, de antemano que importa muy poco cómo me llamo, ni de donde soy ni como he llegado hasta aquí, sino lo que voy a revelar, porque a excepción de una sola hermana, toda mi familia (15 miembros entre próximos y lejanos parientes) sigue, como la inmensa mayoría de su población, rehén del Polisario en los campamentos de argelinos de Tinduf y víctima de laberintos de “derechos humanos” y de “solidaridad’ internacional… La situación de la población de estos campamentos es real y potencialmente inquietante. Atada a la vida, la gente se pregunta con qué derecho fue sometida a tantas humillaciones y a tantos atentados contra su dignidad saharaui. Cunde la desconfianza y la parquedad. Desaparecen trágicamente la solidaridad, la fraternidad y el amor al prójimo. La gente no busca más que sobrevivir para el día siguiente con la eterna pregunta de que si alguna ayuda humanitaria internacional u otra limosna haya llegado al campamento y, sobre todo, si les va a llegar.
Viendo como está y como avanza Marruecos, los rehenes de los campamentos argelinos de Tinduf se preguntan a qué han servido tantos miles de millones de dólares in vertidos en la desestabilización del vecino marroquí.
Hoy por hoy el que está amenazado de desestabilización es Argelia. Sus obras siniestras con sus vecinos y con los que está más lejos, le van a causar el cao.
Marruecos es cada vez más fuerte y seguro y Argelia cada vez más débil e incierta.
“Era la ruptura del gasoducto y nos habían dicho que los marroquíes volverían a la era del carbono. Hoy Marruecos está a punto de convertirse en un exportador de gas”, comentaba una anciana, M.D.E.S antes de escupir: “el ejercito argelino mata a nuestros hijos y nadie protesta. El dinero es más valioso que la sangre”.
Fuego lento… el descontento va alcanzando categorías de esta pobre población que hasta hace poco nunca se pronunciaba.
El vaso de la… injusticia y del terror se ha rebasado. “La muerte es una”, es em grito que más se escucha desde hace tiempo en este gulag argelino de Tinduf.
LO que temía Argelia y su milicia del Polisario: que la gente pierda miedo… Hoy son palabras, mañana la acción. La cúpula del Polisario está a dos dedos de la gran protesta.