Desde el establecimiento del protectorado franco-español en Marruecos, el 30 de marzo de 1912, el pueblo marroquí se comprometió en la lucha contra las fuerzas coloniales en las distintas regiones del Reino, con el fin de recuperar su independencia y defender los valores consagrados de la Nación.
Un poco de historia:
Preocupado por la unidad de Marruecos, el difunto SM Mohamed V, que Dios bendiga su alma, emprendió el 9 de abril de 1947 una visita histórica a la ciudad de Tánger, desafiando por este gesto, a la vez, simbólico y valiente, al colonizador y expresando el compromiso de Marruecos, Rey y pueblo, a su integridad territorial, a sus valores y a su identidad nacional.
Aquella histórica visita causó tensiones entre el Palacio y la Residencia general y descubrió la posición negacioncita de las autoridades del Protectorado a contracorriente de las aspiraciones legítimas del Rey y el pueblo.
Era la chispa que anunciaba el huracán nacionalista:
Marruecos, de punta a punta era escenario de multitudinarias manifestaciones y huelgas señalando el desencadenamiento de las operaciones de la resistencia armada en las ciudades y regiones del país. Lo que ha obligado a las autoridades coloniales a aceptar el diálogo y la apertura de negociaciones con los nacionalistas, que consiguieron la vuelta triunfal del Soberano legítimo el llorado SM Mohamed V y la declaración de la independencia de Marruecos.
La Revolución del Rey y el pueblo representa una Brillante página en la historia marroquí, habida cuenta de que traza una línea de demarcación entre el período colonial y la era de la independencia.
66 años después sigue la revolución, sigue la simbiosis y sigue la movilización.
