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200.000 Klm para 100.OOO habitantes (J. Dezcallar): ¿Quién quiere realmente una entidad fantoche en el Sahara marroquí?

"Estado" fallido

Said Jedidi es periodista y escritor. Director de ingfomarruecos.ma y de conacebntomarroqui.blogspot y embajador de la Paz por el Circulo Universal de Embajadores de la Paz (Suecia/Francia)

Los amigos del Polisario o de su mentor argelino saben pertinentemente que ningún dirigente de la milicia sueña aun con un “Estado”.

De hecho, nunca había soñado. Los altos dirigentes del Polisario que acabaron por regresar a su país, Marruecos, revelan que se trata de un trabajo que se hace para Argelia como cualquier otro trabajo.

El Polisario es, para sus dirigentes, un medio de subsistencia y para la junta militar argelina, de sobrevivencia.

Consientes de que, desde el comienzo con el difunto coronel libio Gadafi, el proyecto nació adulterado y ambiguo ya falta de una clara visión para acabar con la hemorragia, el régimen militar argelino gana tiempo.

Reconocer el fracaso de su proyecto separatista en el Sahara marroquí equivaldría, para la junta militar argelina, a un suicidio. En sus planes de desarrollo y de estrategia futura figuraba los 200.000 Klm que evoca el ex embajador de España en Marruecos y Estados Unidos, fue jefe de Gabinete del ministro de Asuntos Exteriores durante doce años y también ex director del Centro Nacional de Inteligencia (servicio español de inteligencia y contrainteligencia).

No obstante, en 49 años, el prefabricado “problema” del Sahara ha creado en algunas partes como España, por ejemplo, sin que su artificie argelino pudiera evitarlo, intereses que no siempre corresponden a los suyos por ser costosos, arriesgados y desleales.

Hoy por hoy, los generales argelinos temen que el fin del Polisario pueda acarrear el fin de Argelia, de donde la obstinación y la tenacidad del régimen argelino en contrariar a su vecino marroquí.

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