Permítaseme aclarar desde un principio que mi identidad carece de relevancia en el contexto actual. Quién soy, de dónde vengo o cuál es mi trayectoria son aspectos menores en comparación con la revelación que está por venir. A excepción de una única hermana, quien ha estado hospitalizada durante los últimos 11 meses en Nuakchot antes de decidir regresar a nuestra nación, Marruecos, el resto de mi amplia familia (compuesta por 15 miembros, entre parientes cercanos y aquellos más distantes) sigue cautiva del Polisario en los campamentos de Tinduf. Sin embargo, esta triste realidad permanece en la sombra para aquellos que confían en los intrincados senderos de los « derechos humanos » que se proclaman en España y en la constantemente invocada « solidaridad » internacional, una solidaridad que parece dirigirse de manera exclusiva y preferente hacia una ínfima fracción de los saharauis.
¡No se enteran! Marruecos conoce más que cualquiera sus necesidades y sus urgencias. Entre todos los países del mundo solo la junta militar argelina y la trasnochada prensa francesa que no logra tragar que Marruecos pueda resolver sus problemas solo y tan solo con la cooperación de quien conoce su buena voluntad y su buena fe y confía en ellos.
Francamente… ¿Sería lógico confiar en el régimen militar argelino con todo lo que hace contra Marruecos?
Tonterías y chiquilladas: el no de Marruecos ha hecho que los cabos y sargentos argelinos desataran una ofensiva de falsas noticias sobre ataques contra las fuerzas marroquíes en el Sahara.
Marruecos, no obstante, no tiene tiempo actualmente para Argelia o su cordón umbilical, el Polisario. Marruecos está, en efecto, ocupado en paliar el dolor y el sufrimiento de sus hijos pero con los ojos bien abiertos y una constante movilización para no permitir a sus enemigos y a sus domésticos cometer una locura.
Marruecos es capaz. ¿Les molesta? ¿No les agrada que no necesite su ayuda?
Todo va bien sin ellos y dentro de poco, el Reino anunciara el fin de la tragedia y el retorno a la normalidad. Lo hará posible el esfuerzo de su pueblo, su movilización y su sin par solidaridad.
