Renovemos los nobles anhelos de seguir teniendo siempre, pero siempre, siempre vivos, siempre vigentes, siempre actuales, siempre enhiestos, la patria y la libertad. Indudablemente y todos los años, el 25 de mayo nos renueva alegres recuerdos infantiles. Es, por excelencia, la fiesta de la escuela, la celebración que nos brinda el primer contacto con las grandes ideas republicanas: Patria, Libertad, participación del pueblo, gobierno propio, defensa de los intereses comunes. Cuando a nuestras inteligencias todavía les cuesta abrirse hacia la comprensión de lo que es la patria, de lo que es la libertad, la celebración de la fiesta, la escarapela en el pecho, el paso marcialmente marchando al ritmo de una marcha o de un tambor, nos hacen comprender, más clara y vívidamente que el discurso de la “señora directora”, que se trata de conceptos venerables que para toda la vida nos comprometen en su sostén y en su defensa, en la adhesión a la patria amada, en el enaltecimiento de la libertad. Hoy festejamos un acontecimiento que jamás se debe olvidar.
Es que pasa el tiempo; estudiamos y un día –no sin cierto asombro– venimos a descubrir que antes del 25 de mayo de 1810, también había patria; que la patria preexistía desde siempre, desde que fundamos ciudades y defendimos instituciones; que no se puede vivir dignamente sin patria. Advertimos que el 24 de mayo ni Saavedra, ni Moreno, ni el benemérito General Belgrano eran ningunos “apátridas”, sino que fueron patriotas toda la vida. Solemos decir que el 25 de Mayo nació la Patria Hay alguna tendencia que supone que nuestra historia comienza en 1810. Se habla del
“primer” gobierno, del “primer” periódico, de las “primeras” escuelas, como si verdaderamente entonces “naciera” una nación que antes no existía. Pero en la historia, como en la biología, nada nace de la nada. Se organizó un nuevo gobierno, no una nueva patria, debido a que existían hombres capaces de formarlo y circunstancias que llevaron a eso. La patria, en su evolución, bien pueden cambiar algunas modalidades, por lo que también se dice que la patria nace todos los días. Pero aun cambiando leyes, formas de gobierno, separándose o uniéndose, la patria es una continuidad de la que tenemos vivencias amortiguadas conforme nos remontamos a épocas lejanas, lo que es motivo para que sus recuerdos se nos esfumen, pero no para que reneguemos de ella. Por eso siempre es útil el conocimiento de toda la historia, no solo desde un momento en adelante sino también para atrás.
La patria, en su evolución, bien puede cambiar algunas modalidades, por lo que también se dice que la patria nace todos los días. Es lindo porque resalta el valor de los acontecimientos que iniciarían la guerra de la independencia, pero los hombres esclarecidos que aquel día tomaban iniciativas trascendentes, ¿no tenían patria?, es de suponer que sí, que siempre fueron patriotas, muchísimo antes de aquel 25 de mayo. Ahora, por ser mayo, con el espíritu intacto sin dejarnos doblegar por adversidades, recordemos los 25 de mayo de nuestros días infantiles y, sobre todo, renovemos los nobles anhelos de seguir teniendo siempre, pero siempre, siempre vivos, siempre vigentes, siempre actuales, siempre enhiestos los valores de Patria y Libertad.