Aclaro, de antemano que importa muy poco cómo me llamo, ni de donde soy ni como he llegado hasta aquí, sino lo que voy a revelar, porque a excepción de una sola hermana, internada hace 11 meses en un hospital de Nuakchot, antes de decidir regresar a su país: Marruecos, toda mi familia (15 miembros entre próximos y lejanos parientes) sigue, como la inmensa mayoría de su población, rehén del Polisario en los campamentos de Tinduf pero esto no lo sabrán a través de España y sus laberintos de “derechos humanos” y de “solidaridad’ internacional… La situación de la población de estos campamentos es real y potencialmente inquietante. Atada a la vida, la gente se pregunta con qué derecho fue sometida a tantas humillaciones y a tantos atentados contra su dignidad saharaui. Cunde la desconfianza y la parquedad. Desaparecen trágicamente la solidaridad, la fraternidad y el amor al prójimo. La gente no busca más que sobrevivir para el día siguiente con la eterna pregunta de que si alguna ayuda humanitaria internacional u otra limosna haya llegado al campamento y, sobre todo, si les va a poder llegar parte de ellas.
El Golpe de gracia. Las cosas claras: Pensar en voz alta: El presidente de Mauritania, Mohammed Ould Abdel Aziz, hizo una sensacional revelacion : « Ni los Estados Unidos, ni Europa, ni Occidente, en general, quieren un estado entre Marruecos y Mauritania », le dijo al periodista palestino Abdelbari Attouane establecido en Londres evocando el asunto del Sahara
« Ningún estado entre nosotros » es una expresión bastante común, y bien anclada durante décadas entre los mauritanos, para dirigirse al vecino marroquí. Significa dos cosas. Por un lado, es necesario decir que Marruecos y Mauritania son dos estados vecinos, cada uno de los cuales debe respetar la soberanía y la integridad territorial del otro.
« Ningún estado entre nosotros » significa también para los mauritanos que no hay lugar, geográficamente hablando, para ninguna entidad entre Marruecos y Mauritania.
De hecho, el presidente mauritano no hace más que asumir una idea ampliamente compartida por su opinión pública.
Es más, y más claro: el presidente de Mauritania ha revelado al periodista palestino afincado en Londres que « Estados Unidos, Europa y Occidente no quieren un estado ubicado geográficamente entre Marruecos y Mauritania.