A dilucidar: Adnan Abou Walid Assahraui, sus padrinos y sus apadrinados

La muerte del polisarista, jefe del llamado EIGS, Adnan Abou Walid Assahraui ha desvelado lo que todo el mundo sabía, pero pocos, muy pocos denunciaban: que Assahraui no era el único ni es el único terrorista del Polisario en el EIGS y en muchos otros grupos terroristas en la región y en el mundo.

Así las cosas, todos los que han evocado la muerte del terrorista en jefe del EIGS no pudieron evitar de mencionar su relación con el Polisario y con su mentor: Argelia.

La problemática, hoy por hoy, es como hacer para conocer la identidad y, sobre todo afiliación del resto de los terroristas del grupo que dirigirá el polisarista Assahraui.

En este contexto, Marruecos y todos los países amantes de la paz y de la justicia tienen, no solo el derecho, sino el deber y la obligación moral, política y ética de hacer campaña con sus aliados para incluir al Polisario en la lista negra de organizaciones terroristas y ejercer la máxima presión sobre sus patrocinadores argelinos y revelar sus actividades nocivas.

Evidentemente o sería exagerado afirmar, de antemano, que la identidad de los terroristas del EIGS no solo sería la del Polisario, sino del autor material y responsable de esta situación que es el mentor del Polisario.

La muerte de Adnan Abu Walid Assahraui es, por un lado, una gran oportunidad para saber quién es quién, quién financia, arma y teledirige y quién habla de paz, apadrinando el terrorismo y para hacer que las máscaras caigan de una vez por todas.

Moustapha Tossi tiene razón: « El Polisario/Daech: mismo combate ».

Del mismo autor en infomarruecos.ma:

• Magreb y la lógica de la sensatez: La clarividencia latinoamericana

• Dos son uno, uno es ninguno Visión estratégica

• Prensa y retos de moralidad: Daltonismo deontológico

• El Twit de Biden sobre el Sahara marroquí: Sentido de una supresión

• Lógica de sensatez: La nobleza inoxidable

•  España/Marruecos: ¿Un tropezón puede prevenir una caída?

• Lógica de sensatez: Respuesta argelina: tardía y visceralmente inapropiada