En su tierra... en su pais... con Marruecos y fieles a su historia
*ANTONIO YELPI AGUILAR, Miembro de la Cámara Internacional de Conferencistas Director de la Fundación Global Africa Latina, Y Director de Relaciones Internacionales de UPC
Es un hecho cierto que el llamado Frente Polisario, es un movimiento
político trasnochado que se identifica con la autoproclamada República
Árabe Democrática Saharaui (RASD), quien unilateralmente, intentando
nuevamente victimizarse ha dado por terminado recientemente el acuerdo de
alto el fuego con el Reino de Marruecos.
Carlos Chuecas, Represente de la Cámara de Empresarios Latinos de Houston, en México – Hombre de negocios y Experto Internacional.
Los hechos naturalmente han obligado al Reino de Marruecos a establecer un
asiento de defensa que permita la libre circulación de personas y
mercaderías; lastimosamente el régimen del Polisario ha impuesto por mano
militar, un toque de queda para la población saharaui bajo su control, que
afecta a las 90.000 personas que malviven en los mal llamados campos de
refugiados dispuestos por el interesado régimen de Argelia. Asunto cuyo
arrastre histórico viene desde hace 45 años localizándose su epicentro en
la región argelina de Tinduf, donde existe además pobreza, falta de
equipamiento sanitario y trafico de especies de distinto calibre.
Es claro que las acciones de finales de octubre desarrolladas por activistas
saharauis con el apoyo de Argelia y sus servicios de inteligencia culminaron
en el bloqueo del paso a los camiones de mercancía marroquíes procedentes
del África Subsahariana, estamos hablando del paso fronterizo de Guerguerat.
Paradójicamente territorio que controla la fuerza de interposición de la
ONU, misma que se vio superada por la estrategia relámpago del Frente
Polisario, cuyas voces insisten en que esta vía comercial va contra lo
pactado con Marruecos, es claro y obvio que la estrategia de la RASD es
confundir a la opinión pública internacional y servir de pretexto a los
intereses de Argel y su régimen.
Son muchos y reiterados los exabruptos políticos y diplomáticos del
régimen marioneta que controla los llamados campamentos, mismos, que nada
tienen de humanitario y sí mucho de prisiones al aire libre bajo un
inclemente sol y temperaturas promedio de entre 47 a 50 grados; dichos
centros son controlados con mano militar, y un lugar donde permanentemente
ocurren incidentes humanitarios, en dicha región son comunes las acciones
de propaganda de la RASD y estas siempre corresponden a acciones de
pirotecnia del Polisario y sus aliados.
Es igualmente preocupante que la Minurso impuesta por Naciones Unidas tenga
allí una fuerza ridícula como tropa de interposición estratégica, pues
este territorio es inmenso y requiere de la atenta vigilancia y seguridad,
solo el Reino de Marruecos es capaz por tanto de cuidar con sentido alerta
dicha zona geográfica, hoy envuelta en una cuestión territorial legada de
la guerra fría.
La RASD, buscara siempre llamar la atención internacional y desconocer los
intentos de desarrollo de Marruecos, pues la decisión de utilizar el
incidente de Guerguerat como foco de atención es parte de una concertada
estrategia política cuyo relato se redactó en las oficinas de la RASD en
Argel, es claro que el Polisario quiere forzar un cambio de statu quo y sacar
réditos políticos y victimización, como acostumbra hacerlo frente a los
organismos internacionales, particularmente en la Cuarta Comisión de
Descolonización y el Consejo de Derechos Humanos en Ginebra Suiza.
Para diversos observadores internacionales es un hecho cierto que la
situación de la población, mucha de ella, en calidad de secuestrada en los
campamentos argelinos es hoy muy desesperada; hay hambre, falta de atención
medica y falta de condiciones de salubridad, para diversos observadores de
derechos humanos es preocupante hoy la atención de los casos de Covid y
otras manifestaciones sanitarias que requieren de atención internacional y
sentido de urgencia. La RASD teme un levantamiento, por ello aprieta a su
población y utiliza la propaganda como sostén de sus circunstancias.
En un hecho notable y muy simbólico que en los últimos meses, Marruecos
haya conseguido que un número creciente de países del África negra
reconozcan su soberanía sobre el antiguo territorio que administró España
en un contexto de colonización, y se abran consulados en la ciudad El
Aaiún, en tanto, algunas democracias latinoamericanas y europeas también
han apoyado la propuesta de autonomía y estatuto de desarrollo para la
región presentada por Marruecos, naturalmente ello es una evidente y rotunda
manifestación de apoyo a una “salida razonable y lógica” acorde a los
tiempos y los intereses de integralidad territorial de un estado moderno.
Es un hecho cierto que la autoproclamada RASD solo cuenta con el
reconocimiento de países africanos y latinoamericanos, y que algunos
incluso últimamente han dado la espalda y apostado por consolidar las
relaciones con Marruecos, dejando de lado las dinámicas propias de los
años 70; en este cuadro, Argelia le cede parte de su desierto en Tinduf al
Polisario y le da apoyo logístico, militar y financiero, porque para Argel
el Polisario es solo un “peón utilitario” en sus abiertas aspiraciones y
pretensiones geopolíticas de tener una salida al Océano Atlántico.
En esta óptica es por tanto muy simbólico el contenido del decreto de
declaración de guerra firmado por el presidente de la RASD y líder del
Polisario, Brahim Gali; documento donde este trasnochado líder pide a las
Fuerzas Armadas saharauis que “pongan en marcha todas las medidas
relacionadas con la implementación de los requisitos de este decreto dentro
de sus competencias y autoridad”. Objetivamente una rimbombante
declaración carente de lógica y real politik, pero claramente redactada
bajo el lenguaje abierto y descascarado de Argelia, parte interesada en el
asunto, y sumada a los siempre vivaces vendedores de armamento provenientes
de Oriente Medio y norte de África. Es un hecho cierto por tanto que la
situación impulsada por la RASD puede traducirse en un peligro para la
seguridad del Sahara, y la oportunidad para la emergencia de radicalismos
islámicos interesados en sumarse a desestatizar la región.
Más allá de la guerra de propaganda impuesta por la RASD, lo único claro
es que las reales victimas de todo este asunto son las 90.000 personas que
se estima están refugiadas contra su voluntad en el país vecino. Por su
parte, es importante destacar un asunto evidente, que Marruecos ha sido
toreado por el Polisario desde hace décadas y que la RASD es una república
de fantasía cuya existencia solo se sustenta por Argelia y algunos otros
intereses que le financian y reconocen.
Por último, es consabido que el monarca Mohamed VI quiere dar un nuevo
impulso a la cooperación en el continente, reforzando el carácter de la
cooperación sur-sur de las relaciones exteriores de Marruecos con sus pares
africanos, donde la apuesta política del monarca camina en pos de impulsar
el papel de su país como un actor internacional …
*ANTONIO YELPI AGUILAR, Miembro de la Cámara Internacional de Conferencistas
Director de la Fundación Global Africa Latina, Y Director de Relaciones Internacionales de UPC
JUAN CARLOS M. CHUECAS
Represente de la Cámara de Empresarios Latinos de Houston, en México – Hombre de negocios y Experto Internacional.