Decenas de personas se movilizaron ayer ante el tribunal de primera instancia de Salé para apoyar al conductor del tren del accidente de Bouknadel, cuyo juicio acababa de abrirse.
Con los letreros en los que se podía leer, por ejemplo, «Todos somos conductores de trenes », estos soportes, muchos de los cuales, de manera espontánea, trataban de mostrar su desacuerdo con los cargos contra el conductor, el cual se vio implicado en este drama ferroviario que ocurrió el 16 de octubre en el que siete personas murieron otras 125 resultaron heridas.
El conductor está bajo custodia por « homicidio » y « lesión involuntaria ».