El Uali Mostafa Bachir: Fundador del Polisario y ex estudiante en la facultad de derecho y de ciencias economicas y sociales de Rabat
Año:1972-73. Es decir: meses antes de la creacion de la banda del Polisario
Qué significa?
Aclaro, de antemano que importa muy poco cómo me llamo, ni de donde soy ni como he llegado hasta aquí, sino lo que voy a revelar, porque a excepción de una sola hermana, toda mi familia (15 miembros entre próximos y lejanos parientes) sigue, como la inmensa mayoría de su población, rehén del Polisario en los campamentos de argelinos de Tinduf y víctima de laberintos de “derechos humanos” y de “solidaridad’ internacional… La situación de la población de estos campamentos es real y potencialmente inquietante. Atada a la vida, la gente se pregunta con qué derecho fue sometida a tantas humillaciones y a tantos atentados contra su dignidad saharaui. Cunde la desconfianza y la parquedad. Desaparecen trágicamente la solidaridad, la fraternidad y el amor al prójimo. La gente no busca más que sobrevivir para el día siguiente con la eterna pregunta de que si alguna ayuda humanitaria internacional u otra limosna haya llegado al campamento y, sobre todo, si les va a llegar.
Hablan de lo que no saben y saben lo que no evocan. Tonterías con perfume cubano: colonización, anexión y bla… bla… bla.
¿Colonizar qué? ¿Anexionar cómo? Una milicia que nace en 1973, cuyo creador nació, creció y estudio en su Marruecos y al querer optar por el sentido común, la actual dirección del Polisario en coordinación con los servkiciops secretos argelinos lo asesinan en las puertas de Nouakchut.
El destino de todos los que se atreven a decir no a los cabos y sargentos argelinos.
Y hoy estafan a propios y extraños con una terminología olor a la guerra fría sin saber exactamente lo que quieren decir. El coronel Gadafi ha muerto. El coronel Boumediane también, quedan sus herederos de una causa perdida nacida abortada y, con el tiempo convertida en un negocio, sucio… muy sucio.
Miles de secuestrados en un gulag argelino en Tinduf que sirven de fondo de comercio para mendigar, para malversar y para acumular fortunas que solo en Tinduf y en ausencia de todo escrúpulo, se pueden obtener.