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Argelia ha entrado en una « fase dictatorial » (universitario)

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 Argelia « ha entrado en una fase dictatorial », subraya Mouloud Boumghar, profesor de derecho público en la Universidad de Picardie-Jules-Verne, en una entrevista publicada este viernes por el diario francés Le Monde.

“Es un régimen mucho más autoritario que antes. Era autoritario, pero con margen de maniobra para las libertades”, subraya el investigador.

“Hoy hemos entrado en una fase dictatorial por varias razones: el cuestionamiento del pluralismo, la instrumentalización política de la acusación de terrorismo, definida de manera muy amplia, y un contexto político marcado por la militarización y el chovinismo conservador asumido”, señala el académico, precisando que, en primer lugar, el pluralismo, que era formal pero que tenía una especie de anclaje en la vida política, es “apenas tolerado”.

El catedrático denuncia un “desafío paulatino” a este pluralismo a través de los procedimientos de disolución que se han iniciado contra varios partidos políticos y asociaciones, destacando la existencia de “presiones muy fuertes” ejercidas sobre los medios independientes, que para el régimen, deben “someterse o desaparecer ».

El segundo marcador de este cambio en la naturaleza del régimen, precisa Boumghar, es la revisión en junio de 2021 de la legislación sobre terrorismo, que se produjo por orden presidencial e introdujo dos nuevos elementos entre sus hechos constitutivos.

Con esta revisión, lo que aquí se criminaliza es la reivindicación misma de Hirak, es decir, el cambio radical del sistema político, señala el académico, y agrega que el arma de la acusación de terrorismo tiene un efecto tan disuasorio que no hace falta. recurrir a ella masivamente, ya que el objetivo es aterrorizar a la gente.

Todo ello tras la calificación del movimiento Rachad y el Movimiento por la Autodeterminación de Cabilia [MAK] como terroristas por parte del Consejo de Alta Seguridad sin base legal alguna, recuerda, argumentando que se trata de un elemento “muy importante”, ya que las personas que no han sido juzgadas y aún se presume inocente pueden ser definidas como terroristas y sus nombres publicados en el Diario Oficial desde la etapa de la investigación preliminar.

Una comisión presidida por el ministro del Interior y que no tiene competencia judicial puede catalogar oficialmente a una persona como terrorista aunque no haya sido condenada, denuncia el académico, que señala con el dedo una “institucionalización de la arbitrariedad”.

Es un « asesinato social » que pretende « aterrorizar » a todos aquellos que quisieran tener presente esta idea de cambio de gobierno político y hacer creer que el Hirak está dirigido por Rachad, creado por ex miembros de el Frente Islámico de Salvación [FIS], y que podría conducir a la partición del país por la acción del MAK.

“Es una forma de reactivar los miedos ligados a la guerra civil ya la figura del enemigo interno cabilio, necesariamente separatista en este esquema”, argumenta el profesor.

A los ojos del profesor universitario, el régimen está cada vez más abiertamente militarizado. “La tradición quería que el ejército fuera un rey que no gobierna, pero que tiene la última palabra en los asuntos importantes. Además, a través de una disposición bastante vaga, la revisión constitucional de noviembre de 2020 formaliza en cierta medida este papel. Podemos decir que si el Presidente de la República es la piedra angular de las instituciones francesas, en Argelia es el alto mando militar el que desempeña este papel, sin ningún fundamento constitucional real o explícito, pero de forma cada vez más visible”, señala Boumghar.

También evoca “un cambio porque la base social del régimen se ha derretido”, con el Hirak que tuvo un “impacto fortísimo porque rompió el pacto social autoritario pero el régimen no logró reconstituir su clientela y su base social.

“El ejército se ve entonces obligado a presentarse manteniendo sólo uno de los elementos que componían el pacto social autoritario: la coerción. Mientras que antes la legitimidad histórica compensaba la falta de legitimidad democrática, la base social podía adherirse a eso”, explica el a cadémico para continuar, la cuestión de la redistribución de la renta también es problemática, incluso si hay un resurgimiento en el nivel de ingresos de los hidrocarburos con la guerra en Ucrania, señalando sin embargo que como quienes llevan las riendas del país no lo hacen no propone otra cosa y que ninguna política económica seria pretende sacar a Argelia de su dependencia de los hidrocarburos, lo único que queda es la coacción, la agudización del chovinismo y un proyecto conservador. Map

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