Lo que piensa la inmensa mayoría de los argelinos de sus gobernantes y del Polisario
Aclaro, de antemano que importa muy poco cómo me llamo, ni de donde soy ni como he llegado hasta aquí, sino lo que voy a revelar, porque a excepción de una sola hermana, internada hace 11 meses en un hospital de Nuakchot, antes de decidir regresar a su país: Marruecos, toda mi familia (15 miembros entre próximos y lejanos parientes) sigue, como la inmensa mayoría de su población, rehén del Polisario en los campamentos de Tinduf pero esto no lo sabrán a través de España y sus laberintos de “derechos humanos” y de “solidaridad’ internacional… preferente y casi exclusivamente con una ínfima parte de los saharauis.
En Argel, desde hace semanas se ha comenzado a escuchar comentarios del género de “Gadafi murió y nos lego este desastre que es el Polisario”.
Muchos… muchísimos argelinos recuerdan que el difunto coronel había inventado a la milicia del Polisario para desestabilizar a la monarquía en Marruecos. ¿Lo ha conseguido? Mismo error ha cometido su homologo asimismo difunto coronel Boumedian. 48 casi 49 años. ¿En dónde estamos? Nunca Marruecos fue más estable y próspero que con esta catástrofe polisarista que impide a su detractor argelino avanzar mientras que él da pasos de gigante.
Los argelinos están hartos. “Comen duermen, mienten, roban y cobran”. Son las principales funciones del Polisario en suelo argelino a las que se suman mentiras sobre imaginarias guerras. Ni quieren país ni piensan en causa alguna. Lo suyo es la malversación de la ayuda humanitaria y los diversos tráficos desde/a los campamentos de Tinduf. Suficientes para sufragar los gastos de los mercenarios españoles y de vendepatrias polisaristas en las redes sociales desde España.
Marruecos avanza sin estorbos ni cargas en sus hombros. Argelia se tropieza y anda a trancas y barrancas con la pesada carga del Polisario en sus hombros.
Es el precio de la desmesurada codicia de obtener lo que ni la historia ni el derecho internacional testimonian que es de su dueño: Marruecos.