Said Jedidi es periodista y escritor. Director de ingfomarruecos.ma y de conacebntomarroqui.blogspot y embajador de la Paz por el Circulo Universal de Embajadores de la Paz (Suecia/Francia)
A pesar de las redundantes y aburridas canciones de éxitos yavances en todos los dominios, especialmente en materia de política exterior, mandatario argelino, Abdelmayid Tebboune, ha juzgado necesaria una remodelación de su gobierno.
En esta convulsión ministerial llama la atención el regreso de Ahmed Attaf como nuevo ministro de Exteriores en sustitución de Ramtane Lamamra, habiendo desempeñado con pésimo éxito, como sus predecesores y sus sucesores la jefatura de la cancillería argelina en la década de los 90, entre 1996 y 1999, bajo la presidencia de Liamine Zéroual.
Esta vez ha vuelto, como dijo Yahya Lamin, para expresar los criterios de la junta militar después de haber expresado tímidamente los suyos.
Nueva-vieja función, pues, y nueva metedura de pata. Attaf dijo en sus primeras declaraciones en tanto que nuevo jefe de diplomacia argelina, que “acabaría con el “problema” del Sahara en un año”.
De mal en peor. Sin saberlo, el Sr. Attaf, insinúa que, en el curso de los últimos 48 años, incluido su mandato al frente de exteriores de su país, era un fiasco, un fracaso y decepciones. Y es ahora que se presenta como salvador de esta quiebra política, geopolítica y, sobre todo humana.
Una grave acusación sin pruebas y sin garantías de que él vaya a ser la “providencia” … imposible., a menos, que el hombre tenga en su agenda la desarticulación de la milicia del Polisario para consagrarse a recuperar el tiempo y los esfuerzos dilapidados con ella durante casi medio siglo.
