Bochorno del Polisario durante la celebración, hace poco, del Foro Social Mundial en México:
Màs banderas que asistentes
Aclaro, de antemano que importa muy poco cómo me llamo, ni de donde soy ni como he llegado hasta aquí, sino lo que voy a revelar, porque a excepción de una sola hermana, toda mi familia (15 miembros entre próximos y lejanos parientes) sigue, como la inmensa mayoría de su población, rehén del Polisario en los campamentos de argelinos de Tinduf y víctima de laberintos de “derechos humanos” y de “solidaridad’ internacional… La situación de la población de estos campamentos es real y potencialmente inquietante. Atada a la vida, la gente se pregunta con qué derecho fue sometida a tantas humillaciones y a tantos atentados contra su dignidad saharaui. Cunde la desconfianza y la parquedad. Desaparecen trágicamente la solidaridad, la fraternidad y el amor al prójimo. La gente no busca más que sobrevivir para el día siguiente con la eterna pregunta de que si alguna ayuda humanitaria internacional u otra limosna haya llegado al campamento y, sobre todo, si les va a llegar.
Se quejaba un dirigente del Polisario que “Argelia no es la Argelia de antes”. ¿Qué insinuaba? Experto como es, habiendo ejercido durante casi 28 años en la “embajada” de la “RASD” en Argel, el hombre ha olfateado algo. Dice que el comportamiento de los mentores argelinos en Adis Abeba, antes y durante la Cumbre de la UA, atraía la atención de las demás delegaciones de su carácter autoritario y peyorativo a los miembros de la delegación de la “RASD”.
El ex “diplomático” cree que en Argel se ha comenzado a llegar a la convicción de que “esto no tiene fin y que con Marruecos no van a servir estos coletazos”.
Primera y no ultima consecuencia de esta “extraña” actitud argelina: los «medios de comunicación” del Polisario obran con una extrema cautela que roza el ridículo y la banalidad.
Hoy ¿Y mañana? “Desde hace tiempo no logramos prever el mañana. Nada avanza y el agua que no corre se estanca”.
Todo está estancado en los campamentos de Tinduf… todo, salvo las cuentas bancarias de algunos.