Al menos 150 balseros argelinos, de ellos 18 son menores interceptados recientemente en las costas españolas.
Donce van los ingresos de gas y petroleo?
(@Y_Temsamani)
Aclaro, de antemano que importa muy poco cómo me llamo, ni de donde soy ni como he llegado hasta aquí, sino lo que voy a revelar, porque a excepción de una sola hermana, toda mi familia (15 miembros entre próximos y lejanos parientes) sigue, como la inmensa mayoría de su población, rehén del Polisario en los campamentos de argelinos de Tinduf y víctima de laberintos de “derechos humanos” y de “solidaridad’ internacional… La situación de la población de estos campamentos es real y potencialmente inquietante. Atada a la vida, la gente se pregunta con qué derecho fue sometida a tantas humillaciones y a tantos atentados contra su dignidad saharaui. Cunde la desconfianza y la parquedad. Desaparecen trágicamente la solidaridad, la fraternidad y el amor al prójimo. La gente no busca más que sobrevivir para el día siguiente con la eterna pregunta de que si alguna ayuda humanitaria internacional u otra limosna haya llegado al campamento y, sobre todo, si les va a llegar.
Un ex diplomático argelino, afincado actualmente en Paris, revela “off the record” que “Desde hace tiempo, Argelia casi no encuentra apoyos, incluso renumerados”.
El hombre se pregunta lo que ha hecho Marruecos para “frenar aquella hemorragia”.
Se atreve a reconocer, en tanto que ex diplomático, conocedor de los entresijos de la política exterior de su país, que “desde el principio la mayoría sabíamos que no podía ser de otra forma”.
Sin nombrarlo, el hombre se refiere al Polisario, a lo que cuesta al contribuyente argelino, en contrapartida de qué y hasta cuando tan dramática dilapidación de los fondos públicos.
“Los argelinos como todo el mundo sabemos que lo suyo (Polisario) es malversar la ayuda humanitaria internacional, encontrar refugio cuando no apoyo en sus diversos tráficos y de vez en, cuando chillar contra Marruecos en las redes sociales.
Peor aún: Después de casi 43 años de “servicio” al país, el hombre ha llegado a la conclusión de que, sin nombrarlo tampoco, “a la larga, causará el caos al país y a sus dirigentes”.