Said Jedidi es periodista y escritor, embajador de la paz por el Circulo Universal de Embajadores de la Paz y presidente nacional (Marruecos) de la Asociacipn mundial de escritores en español
La verdad es que se debe desplegar un enorme esfuerzo para comprender la torpeza de los cabos y sargentos argelinos cuando creían que, con la labor de las FAR en la operación de socorro a raíz de terremoto, dejaba inerme y desvalido su Sahara.
Lo que ha incurrido en una paliza a sus milicianos del Polisario al intentar ejecutar las instrucciones del tutor argelino.
Y es que, simultáneamente a las “propuestas” de ayuda y a las lagrimas de cocodrilo tras la negativa marroquí, la junta militar argelina ha vuelto a resbalar, creyendo que con el terremoto el Sahara marroquí quedaba sin protección, y, por consiguiente, enviando a sus garrapatas a lo que resulto en otra operación suicida.
Difícil de comprender esta ineptitud porque se debe ser mortalmente ingenuo o estúpidamente inocente no saber que Marruecos no tiene ni un gramo en un régimen delincuente como no cesa de demostrarlo el régimen militar argelino.
Operación de socorro y un ojo sobre las fronteras con el vecino canalla. Y no se equivocó. La metedura de pata de los cabos y sargentos argelinos no se ha hecho esperar, encontrando a unas FAR totalmente movilizadas y preparadas a esta nueva traición.
Un día se enterarán de que el Sahara marroquí está cerrada a cal y canto. Hoy, como ayer y como mañana sabe y lamenta la desgracia de la vecindad que le ha tocado.
