Mi identidad no importa, solo mi mensaje. Mi hermana ha vuelto a Marruecos tras meses de hospitalización en Nuakchot, pero el resto de mi familia sigue en los campamentos del Polisario en Tinduf, olvidados por la “solidaridad” internacional y los “derechos humanos”.
Esta vez la respuesta fue inmediata. Miles de saharauis, mucho mas de los secuestrados en el gulag argelino de Tinduf han decidido aportar una respuesta al terrorismo argelino.
Layun, pero otras ciudades y localidades de las provincias del sur de Marruecos han expresado su deseo de manifestar para decirle al mundo lo que son, lo que fueron y lo que van a ser siempre… siempre.
De los terroristas se encargarán las FAR. Por ahora, valorar, detectar el origen de la agresión e ir a repetir la hazaña de Al Guergarat.
No obstante, como dijo Mostafa Salma, el ex jefe de la policía del Polisario que ha elegido el otro lado del telón de acero en Tinduf “estas acciones terroristas necesitan una respuesta política”.
Es decir, pruebas en mano, Marruecos debe convencer a la ONU y a todo el mundo de que el Polisario es una organización terrorista que en su desesperación busca crear la confusión y la tensión.
Su mortal acción terrorista es considerada como un suicidio.