Marruecos ha tomado nota con interés de la declaración, publicada ayer (sábado 25/2) por el portavoz del Secretario general de Naciones Unidas en torno a la grave situación en la zona de Guergarat, en el Sahara Occidental marroquí.
Los términos del comunicado del Ministerio marroquí de Asuntos exteriores y Cooperación son claros y explícitos: No, no responderemos al desafío ni a la provocación argelina.
Bastó una conversación del rey Mohamed VI con el Secretario general del organismo mundial un día antes (24/2) para decidir una retirada unilateral de la zona, esperando que la intervención del Secretario general de la ONU pueda permitir regresar a la situación anterior de la zona concernida para preservar intacto e su estatuto, garantizando la fluidez y normalidad del tráfico por carretera, lo que es inherentes de salvaguardar el alto el fuego y reforzar la estabilidad regional.
Un mensaje de paz hacia…. La ONU y no hacia la banda del Polisario y su mentor argelino. Una forma de ser y una manera de actuar conforme a la legalidad internacional, acatando las sugerencias y las propuestas del Secretario general de Naciones Unidas, sin descuidar la vigilancia y la movilización, no solo de las FAR, sino de todos los marroquíes.
Un mensaje de paz, aunque persuadidos de que lo van a comprender y por consiguiente interpretar de conformidad con lo que podría remontar la moral de las poblaciones en los campamentos argelinos de Tinduf a un ápice de la subversión y de los argelinos que atraviesan una asfixiante crisis socio-económica No importa mientras que nuestras fuerzas armadas reales están preparadas en todo instante a barrer a los mercenarios que, de ninguna manera volverán con sus actividades subversivas de contrabando de armas, drogas y hasta de seres humanos.
Hemos limpiado la zona y de no recibir satisfacción volveremos a limpiarla de nuevo.
Mensaje de paz para unos, de firmeza para otros.
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