Said Jedidi es embajador de la paz por el Circulo Universal de Embajadores de la paz (Suiza-Francia) periodista y escritor
No importa al estilo de qué frase y de quién la dijo. Es el caso y… punto.
El gobierno (o lo que queda de él) se dirige hacia la promulgación de un decreto para abrir los créditos necesarios a la marcha de los servicios del país.
Dicho con otras palabras: sin el proyecto de ley de Finanzas ante el Parlamento el país podría encontrarse paralizado. Y, a todas luces y a juzgar por el curso de los acontecimientos hacia esto nos dirigimos. ¿Quién es tan inconsciente como para, realizar su finalidad, puede conducir el país a esta, cuando menos, inconfortable situación?
Está lloviendo pero, a falta de noticias sobre el futuro gobierno y lo que ello pueda acarrear, es una buena noticia… a medias, porque todos los marroquíes o casi son conscientes de que donde hemos llegado ni siquiera sería oportuno perder tiempo en buscar responsabilidades porque más clara es el agua.
Si ganar las elecciones no sirve para nada ¿Qué es lo que se debe hacer para que sirva para algo?
Los marroquíes nos damos cuenta hasta qué punto es importante un gobierno, independientemente de cómo es, quién lo forma o de qué manera puede actuar.
Los imperativos del país antes del partido y las exigencias de los marroquíes, como llevaban proclamando a diestro y siniestro todos los partidos en sus respectivas campañas electorales, antes que de los militantes o afiliados.
Por el interés supremo del país no hay líneas rojas y por el interés general todos debemos mostrar más flexibilidad y más disponibilidad a facilitar la tarea de quien la asume, tras la confianza real.