Buenos días Marruecos

Buenos días Marruecos Del 4 al 7 de enero de 1961: La Conferencia de Casablanca: preludio a la creación de la OUA

Leido en « Yabiladi »

La Unión africana, antes la Organización de la Unidad africana había nacido oficialmente un 25 de mayo de 1963 con la adopción de una carta por iniciativa de Etiopia.

Pero la organización panafricana que Marruecos desea hoy reintegrar había sido fruto de muchas iniciativas llevadas a cabo mucho antes de esta fecha. Del 4 al 7 de enero de 1961, el difunto rey Mohamed V reunía ya algunos países africanos para este mismo sueño continental.

Así fue…

A finales de este mes de enero, la Unión africana celebrará en Adís Abeba su 28 Cumbre. Una cita en la que la readmisión de Marruecos en la organización panafricana figura como principal expediente en la agenda de los mandatarios africanos.

En efecto, Marruecos anuncio el 17 de julio del 2016 su intención de recuperar su escaño que había abandonado el 12 de noviembre de 1984. Una demanda que proviene de la voluntad de Marruecos de volver a recuperar “su lugar natural”.

No obstante, a pesar de que no ocupaba su escaño en el seno de la Organización de la Unidad africana (OUA), bautizada más tarde como “Unión africana” (UA), Marruecos nunca incumplió sus responsabilidades respecto a su continente. Su contribución no data, además, de hoy ya que mucho antes del 25 de mayo de 1963, fecha de la adopción de la carta creadora de la OUA por iniciativa de Etiopia, Marruecos acariciaba este sueño de una “África unida”. Este sueño, Marruecos lo había bautizado con el nombre de “Carta de Casablanca” que constituye uno de los preludios a la creacion del nucleo de la UA.

Entre el 4 y el 7 de enero de 1961, el país dirigido entonces por el llorado rey Mohamed V organizaba en Casablanca una mini-Cumbre de Estados africanos. Un encuentro al que habían concurrido representantes de 7 naciones: Kwame Nekrumah de Gana, Modibo Keita de Mali, Amadou Sekou Touré de Guinea Conakry, Jamal Abdenasser de Egipto, Farhat Abbas del gobierno provisional de la república argelina y Abdelkader Allam que representaba al rey libio Idris Primero.

Un ano antes de este encuentro, el llorado Mohamed V recibía en agosto de 1960 a Patrice Emery Lumumba, el líder nacionalista congolés. Su país acababa a penas de obtener la independencia de Bélgica (30 de junio de 1960). Una ocasión para el difunto soberano marroquí de tranquilizar sobre sus intenciones de apoyar hsta el fin a sus hermanos africanos. Las declaraciones del llorado Mohamed V había irritado entonces a muchos países occidentales en un momento en que el continente africano se encontraba aun bajo el yugo colonial.

“Marruecos está a vuestro lado y pone a vuestra disposición su experiencia así como sus medios de acción diplomática, militar y técnica para ayudaros a vencer vuestras actuales dificultades. Están por el lado del derecho y de la justicia que acabarán por triunfar”.

Mohammed V et Patrice Emery Lumumba, en août 1960 à Rabat. / Ph. L'Afrique Adulte

Unidad africana: sueño inconcluso del llorado Mohamed V

Un año y pocos meses después, el llorado Mohamed V presidia en Casablanca la conferencia, a la que no podía asistir Patrice Emery Lumumba quien se encontraba desde septiembre de 1960 en la prisión y que debía examinar la situación en el continente.

“Entonces, el continente africano había dado ya grandes pasos en el camino de su liberación. La descolonización que se hundía lamentablemente en tristes convulsiones continuaba a trancas y barrancas y por todo el continente se veían intentos de mantener esta dominación colonial frente a las olas de liberación, los privilegios y las posiciones adquiridas por subterfugios medios ocultos o desviados”. Así lo describía el malogrado Ahmed Balafrej, ex ministro de Asuntos exteriores en un artículo titulado “Marruecos y el reto de la independencia económica” en “Le Monde Diplomatique”.

El consejero personal del llorado rey Hassan II, recupera, por otra parte, los mismos objetivos de la Carta: “ la liquidación del régimen colonial, la eliminación de la segregación racial, la evacuación de las fuerzas extranjeras de África, la oposición a todas las injerencias extranjeras, a todas las experiencias nucleares y la acción por la unidad africana, la consolidación de la paz y de la seguridad en África y en el mundo”. “La política basada en estos objetivos no está dirigida contra ningún Estado, ningún continente y excluye, incluso, todo sentimiento de hostilidad o idea de discriminación” había dicho el difunto soberano en su discurso de apertura de la conferencia de Casablanca.

Feu le roi Mohammed V recevant des leaders africains à l'aéroport de Casablanca. /DR

La conferencia preveía la creación de muchos comités que debían examinar, a la vez, cuestiones  militares, económicas e incluso culturales. Pero con el fallecimiento, el 26 de febrero de 1961 del llorado Mohamed V, que, por otra parte, había consagrado sus últimos días a una contribución que no llegó a concretarse.

Pocos meses después, la situación política en el seno de la república democrática del Congo logró dividir a los Estados africanos. Entre el 8 y el 12 de mayo del mismo ano, países como Liberia, Senegal, Camerún y Nigeria reunidos en la capital de Liberia, procediendo a la creación del grupo llamado “De Monrovia”. “El año 1962 permanecerá, en África, marcado por la desaparición de los grupos de las agrupaciones continentales políticas que se habían constituido años antes. Esta desaparición había sido fruto de una muy repentina toma de conciencia de la vanidad y, a la postre, del peligro que presentaban para África aquellos antagonismos”, estimaba François Borella en su artículo “El regionalismo africano y la Organización de la Unidad Africana”.

Sin entrar en más detalles sobre la rivalidad entre el grupo de Casablanca y el de Monrovia y los orígenes de éste, la historia registrará que las dos fracciones y otros grupos regionales africanos han fusionado en 1963 para formar finalmente una organización continental unida.

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