Mohamed Merabat, fundador de la línea reformadora en el Movimiento Popular tiene razón… toda la razón: Aziz Akhannouch no ha venido a la RNI para posicionarse en la oposición.
Evidente, casi elemental, como diría Cherlock Holmes. Pero queda por saber cómo, porque el gobierno o lo que va a ser está a punto de fijar el cartelito de “completo”. No obstante, nadie ignora que para alguien de la “talla” de Si Akhannouch siempre hay sitio y va a haberlo para él y para su partido que crece de una manera que nadie comprende cómo y lo que es todavía más extraño: ni hasta dónde puede llegar.
Total: la vocación “gubernamental” de Akhannouch y su RNI es un secreto de Polichinela y su “OK” a Benkiran y “su” Kutla no es más que cuestión de tiempo.
Ahora bien, desde ahora en adelante se acabo el “botín electoral” y Ustedes saben por qué y quién lo dijo. Es como si se dijera que se acaba de perder un medio de presión de talla. Bastaría o mejor dicho se exigiría un programa, ideas claras, visiones basadas en políticas africanas y sobre todo no ver quién está sentado a su al lado.
¿Se ha desperdiciado una buena ocasión? Con estos políticos marroquíes incluidos en ciernes nunca se sabe. Pero, independientemente de consideraciones de orden partidista u otras, creo que para la inmensa mayoría de los marroquíes es una excelente noticia: el Marruecos plural: la Kutla+PJD+RNI. ¿Qué es lo que queda? El éxito está garantizado. Ahora se tiene que velar por la constitución de una buena oposición lo que va a ser infinitamente más difícil que formar un gobierno.