Un escueto comunicado de la secretaria general del PJD anunciaba anoche (a pesar de ser domingo y noche) el fin de las negociaciones con la RNI y asimismo con el MP.

O sea que no volvemos al punto de partida, sino peor… infinitamente peor. Muy delicada situación para el PJD y su secretario general, Abdelilah Benkiran encargado por el soberano de formar el futuro gobierno de la nación.

¿Peor. Sí, porque en el punto de partida habían tres partidos y un número de escaños no muy lejos de la mayoría. Ahora nos encontramos con una coalición formada por los que se han quedado: PJD y PPS en espera de nuevos desarrollos.

Los desenlaces constitucionales se conocen de sobra, no así las intenciones de todos nuestros políticos a los que no les parece interesar mucho el interés supremo del país y del paisanaje.

Evidentemente no es buen momento para buscar las culpas, sino soluciones, que, a todas luces no son fáciles y solo con, lo que algunos de estos políticos consideran como dolorosas concesiones se puede superar la actual crisis que, dicho sea de paso nunca conoció desde la designación del Sr. Benkiran por el rey Mohamed VI, ningún deshielo ni siquiera comienzo de deshielo.

Así las cosas, los marroquíes exigimos ahora explicaciones de unos y otros para, cuando menos la formación de los atinados elementos de juicio sobre esta abstracta situación.

Pero… queda la esperanza y esta esperanza se llama el rey. Veremos cómo transcurrirá mañana el Consejo de ministros en Marrakech.

Si hemos sido pacientes durante meses, no cabe duda, debemos espera las próximas 24 horas.