Con la bandera nacional y el retrado del rey en la mano y Marruecos en el corazon
En perfecto conocimiento de las imputaciones y las estafas de la banda del Polisario, sobre todo en España, su terreno más abonado o más regado con petro dinares argelinos (cuando los habían por exceso), el ex Polisario Khalil R’guibi revela datos de una extrema peligrosidad para la cohesión social en España.
Màs del 80% de las ONGs y asociaciones de defensa del “pueblo saharaui” ficticias o han cesado de serlo desde hace años. De tal forma que la actual ofensiva de Argelia y su Polisario en dirección de naciones Unidas y su nuevo secretario general, el portugués Antonio Guterres, está marcada por estafa y falsedad en nombres de ONGs o asociaciones de esta calaña que, o bien, nunca han existido o bien dejaron de girar en la órbita argelina desde la quiebra económica del régimen argelino y el corte en los subsidios y subvenciones a sus agentes en el país vecino.
Evidentemente hay algunas, pagadas con un sacrificio financiero argelino para “prestar” su nombre a tal vil fin. Tiempos de crisis y en los tiempos de crisis el euro y el dólar se impone como señor y como filosofía e ideología. Lo que ilustra elocuentemente el desastroso estado en que se encuentra la banda del Polisario, que a todas luces y según informaciones fidedignas desde Tinduf contempla volver a los secuestros y a los atracos de todo tipo para financiar su empresa criminal.
Con su humillante derrota en Adis Abeba frente a un Marruecos plebiscitado por los que creía dominar o por lo menos orientar, el amo argelino se esta quedando sin aliento y sin recursos. El Polisario es, cada vez, más pesada carga para el contribuyente argelino que ve que, debido al Polisario y lo que le cuesta, su país, siendo un país productor y exportador de petróleo es uno de los más pobres del planeta.
Comprar o alquilar asociaciones es lo único que le queda a Argelia y a su Polisario.