Ante el incontestable éxito multidimensional de Marruecos en Adis Abeba antes, durante y después de la 28 Cumbre de la Unión africana, y, agotados sus argumentos y sus falacias, algunos medios comienzan a hablar ahora de unas presuntas “presiones occidentales”.
¿Dónde estaban estas presiones occidentales durante lustros de ausencia del reino de la organización continental?
Careciendo de argumentos, estos medios se refieren implícitamente a estados Unidos, a Francia ¿Y qué más? Olvidando que, de esta forma dan una importancia y una dimensión a Marruecos por las que, ellos antes que nadie, le envidian.
No quieren ni escuchar hablar del modelo marroquí de la cooperación Sus-Sur ni de sus desesperadas maniobras dilatorias para, si no impedir, por lo menos retrasar la re adhesión de Marruecos a su entorno natural africano.
En breve, se trata de un grave insulto a los países miembros de la UA que han apoyado masiva y desinteresadamente a Marruecos y a los que, viendo el fin de la era de su coacción en el continente, acusan de corrupción y de complicidad con potencias occidentales.
La impostura no tiene límites y en este preciso caso, Marruecos es el menos alcanzado por las calumnias y las difamaciones argelino-sur-africanas.
