Cronica desde TindufCrónicasFeatured

Campamentos argelinos de Tinduf Evitar el estallido: misión imposible

Ruido de sables

 Aclaro, de antemano que importa muy poco cómo me llamo, ni de donde soy ni como he llegado hasta aquí, sino lo que voy a revelar, porque a excepción de una sola hermana, internada hace 11 meses en un hospital de Nuakchot, antes de decidir regresar a su país: Marruecos, toda mi familia (15 miembros entre próximos y lejanos parientes) sigue, como la inmensa mayoría de su población, rehén del Polisario en los campamentos de Tinduf pero esto no lo sabrán a través de España y sus laberintos de “derechos humanos” y de “solidaridad’ internacional… La situación de la población de estos campamentos es real y potencialmente inquietante. Atada a la vida, la gente se pregunta con qué derecho fue sometida a tantas humillaciones y a tantos atentados contra su dignidad saharaui. Cunde la desconfianza y la parquedad. Desaparecen trágicamente la solidaridad, la fraternidad y el amor al prójimo. La gente no busca más que sobrevivir para el día siguiente con la eterna pregunta de que si, por milagro, alguna ayuda humanitaria internacional u otra limosna haya llegado al campamento.

 

Me cuentan amigos y familiares aun en los campamentos argelinos de Tinduf que, desde hace semanas, la inteligencia militar argelina cierra el cerco sobre las familias “sospechosas” de “sentimientos hacia Marruecos”, después de comprobar que sus rehenes en su gulag ya no ocultan que no “tragan” a los argelinos ni a sus domésticos de la cúpula del Polisario.

Mis fuentes, me revelan que dentro de días “antes de lo que muchos prevén” la dirección del Polisario, por exigencias del mentor argelino procedería a una “depuración” de los que, según el DRS argelino, “su lealtad es sospechada”.

Uno de los amigos califica las conclusiones de las investigaciones del DRS argelino de secreto de Polichinela “porque, unos más, otros menos, todo el mundo aquí en estos campamentos sabe que Argelia no tiene lugar en nuestro corazón”.

Ante el cual, si desea realmente acabar con los sentimientos pro-marroquíes en los campamentos, el ocupante argelino debe exterminar a casi la totalidad de sus poblaciones.

La súbita “generosidad” de la milicia no ha surtido efecto. Los dos, hasta cuatro bolsas de arroz no calman los espíritus de quienes desean volver a su país: Marruecos.

“Si arroz, leche o aceite no se encuentra ni en Argelia”, comenta Mahjub G.R al decirle que pronto vendrán alimentos de primera necesidad.

“Desde hace tiempo, precisa, no hacemos ilusiones. Esto es crónico, patológico”.

Entre otros temas de Khalil R’Guibi en infomarruecos.ma

  • Campamentos argelinos de Tinduf: Lógica de insensatez

  • Argelia/Marruecos: ¿De qué tema el Polisario?

  • Argelia y su teoría complotista Ya nadie lo cree…

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