Cronica desde TindufCrónicasFeatured

 Campamentos argelinos de Tinduf La “nueva” situación

Huele a quemado

Aclaro, de antemano que importa muy poco cómo me llamo, ni de donde soy ni como he llegado hasta aquí, sino lo que voy a revelar, porque a excepción de una sola hermana, toda mi familia (15 miembros entre próximos y lejanos parientes) sigue, como la inmensa mayoría de su población, rehén del Polisario en los campamentos de argelinos de Tinduf y víctima de laberintos de “derechos humanos” y de “solidaridad’ internacional… La situación de la población de estos campamentos es real y potencialmente inquietante. Atada a la vida, la gente se pregunta con qué derecho fue sometida a tantas humillaciones y a tantos atentados contra su dignidad saharaui. Cunde la desconfianza y la parquedad. Desaparecen trágicamente la solidaridad, la fraternidad y el amor al prójimo. La gente no busca más que sobrevivir para el día siguiente con la eterna pregunta de que si alguna ayuda humanitaria internacional u otra limosna haya llegado al campamento y, sobre todo, si les va a llegar.

 

Pese a los considerables medios puestos por el mentor argelino a disposición de su milicia del Polisario para que no se sepan los verdaderos sentimientos de los rehenes de sus campamentos en Tinduf, esta vez no se ha podido ocultar la ruptura casi total de los secuestrados con sus mentores.

Próximos colaboradores de “peces gordos” de la banda armada del Polisario dejan trascender las, ahora, “irreconocibles” posturas de la mayoría de la secretaria general del Polisario con el amo argelino, “cada vez más extraño” en palabras de uno de estos miembros de la secretaria general.

Voceros pagados con raciones de la población de la ayuda humanitaria han dado el portazo en un alarde de olor a quemado. Ya ni siquiera las aves de rapina (los 40 ladrones del “presidente”) creen en lo que se fanfarronea en los campamentos. Saben que los juegos están echados y que el mentor argelino trata de ganar tiempo. “Llevan casi medio siglo esperando que Marruecos se debilite. Y es todo lo contrario”.

¿Para qué? “para negociar”, responde. En este abstracto clima de hipocresía y de temores, no pocos dirigentes han expresado “off the récord” a sus hombres de confianza su deseo de “largarse de esta infierno”.

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