Cronica desde TindufFeatured

Campamentos argelinos de Tinduf: Signos de una agonía anunciada

Sálvese quien pueda!

Aclaro, de antemano que importa muy poco cómo me llamo, ni de donde soy ni como he llegado hasta aquí, sino lo que voy a revelar, porque a excepción de una sola hermana, toda mi familia (15 miembros entre próximos y lejanos parientes) sigue, como la inmensa mayoría de su población, rehén del Polisario en los campamentos de argelinos de Tinduf y víctima de laberintos de “derechos humanos” y de “solidaridad’ internacional… La situación de la población de estos campamentos es real y potencialmente inquietante. Atada a la vida, la gente se pregunta con qué derecho fue sometida a tantas humillaciones y a tantos atentados contra su dignidad saharaui. Cunde la desconfianza y la parquedad. Desaparecen trágicamente la solidaridad, la fraternidad y el amor al prójimo. La gente no busca más que sobrevivir para el día siguiente con la eterna pregunta de que si alguna ayuda humanitaria internacional u otra limosna haya llegado al campamento y, sobre todo, si les va a llegar.

Confesiones de un verdugo: inconfundible siglo del comienzo del fin. Durante un naufragio las ratas son las primeras que suben a bordo.

Yahya Lamin colgaba en su perfil de Twitter la noticia: “El temible ex patrón de la tristemente célebre Cárcel de “Rachid” (Polisario/periodo 1977-1988) Abderrahman alias ‘Michel’ en una de sus confesiones: “Si no remedíamos los crímenes y las atrocidades, la maldición no dejará dé perseguirnos”.

Por otra parte, fuentes concordantes en el entorno cercano del refugiado Al Ghali Al Mostafa Assayid, revelan su grave estado psíquico, no confiando ni en sus más próximos familiares.

El hombre, según estas fuentes, siente que se acerca irremediablemente el fin. Y como todos los que cometen impunemente crímenes de lesa humanidad, sabe que vendrá su hora. “La retrasa a su modo”, comentaba una de estas fuentes.

Antes tan fehaciente ilustración de la agonía, en la cúpula del Polisario todo el mundo respira suspense e incertidumbre. “Hasta que algunos que se creían protegidos han cesado de cometer sus atrocidades”.

En el gulag argelino de Tinduf, las manos manchadas de sangre y de tortura buscan blanqueo…

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