Imagen de represión de una manifestación, en Rabuni.(Campamentos argelinos de Tinduf). Todo es ayuda "humanitaria" española, desde las porras y matracas hasta los vehículos para los arrestos
Aclaro, de antemano que importa muy poco cómo me llamo, ni de donde soy ni como he llegado hasta aquí, sino lo que voy a revelar, porque a excepción de una sola hermana, toda mi familia (15 miembros entre próximos y lejanos parientes) sigue, como la inmensa mayoría de su población, rehén del Polisario en los campamentos de argelinos de Tinduf y víctima de laberintos de “derechos humanos” y de “solidaridad’ internacional… La situación de la población de estos campamentos es real y potencialmente inquietante. Atada a la vida, la gente se pregunta con qué derecho fue sometida a tantas humillaciones y a tantos atentados contra su dignidad saharaui. Cunde la desconfianza y la parquedad. Desaparecen trágicamente la solidaridad, la fraternidad y el amor al prójimo. La gente no busca más que sobrevivir para el día siguiente con la eterna pregunta de que si alguna ayuda humanitaria internacional u otra limosna pueda llegar.
A pesar del toque de queda y estado de sitio, la victoria de Marruecos frente a Bélgica esta tarde en Doha no ha dejado indiferente a nadie en campamentos argelinos de Tinduf.
Confiscada hasta su sonrisa, la población comenta, cuando lo puede, con júbilo y admiración la victoria de su país, Marruecos, dando espalda a las chiquilladas del Polisario al respecto.
Una celebración, de esta forma, puede costar caro. Y un comentario al respecto peor. ¡Prohibido expresarse!… ¡prohibido sonreír!… ¡Prohibido respirar!
El gulag argelino de Tinduf franquea una nueva etapa en la represión y la confiscación de las libertades individuales y colectivas.
Hay el Polisario y su mentor argelino, y esto debe bastar.
No obstante, desde Argel se ve todo este espectáculo con inquietud porque se teme que crezca y se potencie.
La junta militar argelina ve como en el menor feliz acontecimiento marroquí la población de su gulag no logra ocultar su regocijo y su júbilo.