Jihane Jedidi es optica/periodista directora de comunidad infomarruecos
Foto: Jedidi Media
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Jaduj, es una de mis amigas desde el segundo día de este sagrado mes de Ramadán.
Eran las 13H 45 cuando se había presentado en mi óptica pidiendo trabajo, pero a condición de que se les aceptara la presencia de sus dos hijas
La noble mujer me explicó que en ninguna casa la aceptan con sus dos hijas pata trabajos de asistencia doméstica. “Pero de ninguna forma y bajo ningún pretexto puedo abandonar mis hijas aun pequeñas”, explicaba con una mueca entre tristeza y desesperanza.
Siguió contando: “mi dignidad y orgullo no me permiten mendigar y…”.
Cuenta que algunos de sus vecinos en una callejuela de la antigua judería de Rabat, donde alquila una habitación con otros la ayudan con lo poco que tienen. “La propietaria de la casa donde vivo con mis dos hijas me dispensa del alquiler y mi pobre familia desde Sidi Allal Al Bahraui me ayuda como puede”.
Le Dije que no hacia falta trabajar porque ya tengo una empleada, pero que pase todas las semanas para cobrar por lo que debía hacer y no hace falta que lo haga.
Desde entonces viene casi diariamente a visitarme y a contarme lo que califica de “tormenta” en su vida.
