Atados a la vida, mientras que otros viven. Rehenes en tierra de los demàs cuando ellos tienen tierra, familia, pais y amor de su pueblo en Marruecos
Aclaro, de antemano que importa muy poco cómo me llamo, ni de donde soy ni como he llegado hasta aquí, sino lo que voy a revelar, porque a excepción de una sola hermana, internada hace 11 mese en un hospital de Nuakchot, antes de decidir regresar a su país: Marruecos, toda mi familia (15 miembros entre próximos y lejanos parientes) sigue, como la inmensa mayoría de su población, rehén del Polisario en los campamentos de Tinduf pero esto no lo sabrán a través de España y sus laberintos de “derechos humanos”’ y de “solidaridad’ internacional… preferente y casi exclusivamente con una ínfima parte de los saharauis.
En la cuestión (crisis) del Sahara, en España nada es de lo que leemos o escuchamos cierto. Medio-verdades y muchos negocios y cuando no una complicidad para desmembrar y des identificar a la sociedad saharaui, comenzando por sus niños. Es el caso de lo que contaba ayer aquí mismo el licenciado Marco Aurelio.
¿Y Por qué no se ha denunciado antes? Parece que Argelia y el Frente Polisario en los tiempos de su hay Barikalah antes de su desgracia ante la nueva cúpula de la banda subestimaron el papel de América Latina en este problema del Sahara.
Lo cierto y es que nadie podrá nunca verificar, cuantas niñas y niños saharauis presuntamente en “vacaciones de solidaridad” en España procedentes de los campamentos argelinos de Tinduf fueron reconvertidos al cristianismo (evangelizados de manera engañosa) contra su voluntad y la voluntad de sus padres que, como fue y sigue siendo el caso para las decenas de miles de niños “deportados” a Cuba, no saben absolutamente nada de sus hijos y, por temor a represalias a menudo mortales, acaban sometiéndose a Dios Todopoderoso.
Siendo alto cuadro del Frente, ha servidor le propusieron que dos de mis hijos (dos niñas) pasaran vacaciones en familias españolas. Me negué y no hace falta decirles lo que me costó: meses de interrogatorios y de pesquisas… si sabía algo.
Entre España y el Polisario hay un adulterio, cuyas dimensiones solo la justicia puede y debe elucidar.