Lo ha intentado todo. Desde los mil y un aplazamientos de la ofensiva gubernamental para recuperar la segunda ciudad del país: Mosul, hasta armamento sofisticado y mortífero a los grupos terroristas… todo, absolutamente todo. Pero nada. El pueblo iraquí se dio cuenta de todo.
Total se debía salvar lo que se podía y, al parecer, se está pudiendo mucho. Esta es la alternativa: no hay mal que por bien no venga: los mercenarios de Daesh en Mosul se les debe llevar a Rika y Bir Ezzur en Siria. Así se puede paliar la primera gran derrota del Frankestein daeshista. La estrategia es fácil aunque diabólica: concentrar los esfuerzos y el fuego contra los sirios. Lo que no forma parte de los cálculos de los americanos es que después de Mosul, los iraquíes apoyaran a sus hermanos sirios para liberar Rika, Dir Ezzur y otros puntos aun bajo ocupación terrorista… occidental.
De esta estrategia queda claro quién es terrorista y quién no lo es. Quién apoya el terrorismo y quién lo combate. Y por ultimo quién quiere la paz y quién quiere la guerra.
Rusia, cómplice de Estados Unidos tiene montanas de pruebas de la complicidad estadounidenses con los grupos terroristas. Pero las mil y una ronda de negociaciones entre las dos súper potencias no han alcanzado ningún acuerdo sobre Siria… salvo el que no se deba revelar estas pruebas.
¿A cambio de qué?
De muchas ventajas geopolíticas e incluso económicas.
¡Ay Dios, Sálvanos de nuestros “amigos” que de nuestros enemigos nos encargamos nosotros!