Nadie duda de que, donde estamos y donde han hecho llegar la crisis siria, haya dejado de ser posible, menos aun lógico o factible. Pero no por ello no lo replanteamos: ¿Qué es lo que podría suceder si todos los países involucrados de una u otra forma y que no son pocos, deciden salir de Siria, cortar sus apoyos de todo tipo al terrorismo o al régimen sirio y dejar de favorecer a éste o aquél?
No. No se debe responder porque nunca se debe responder a lo metafísico… a lo inexistente y a lo irrealizable e irrealista. Peo si se puede, casi es un deber ético, buscar, por lo menos una razón.
En los màs de 5 anos de fratricida guerra, no entre los sirios y éstos y algunos mercenarios traídos por Occidente y pagados por algunos países del Golfo, sino entre muchos árabes y musulmanes, lo único que se ha ganado es cierto “acercamiento y cierto deshielo en las relaciones entre Israel y algunos países árabes… y no es poco.
En toda la tumultuosa existencia de la entidad sionista nunca había realizado tan espectacular resultado. Indudablemente Estados Unidos y los árabes que los han ayudado en esta criminal empresa no ignoraban que para ello se debía derramar un océano de sangre inocente siria y árabe en general.
Pero qué importa: unos lo incluían en sus viles proyectos, otros seguían por odio y rencor…. Y al final se encontraban todos exactamente como se va a separar dentro de no mucho.
Por Siria, todos han sido enemigos: la ONU, EE.UU, los países árabes, Estados Unidos, sus aliados, sus agentes, sus satélites y sus domésticos.
¿Qué queda por hacer?
Sonar… porque Siria h dejado de existir hace tiempo.