Última etapa de todo ciclo o proceso de tergiversaciones, desde hace días escuchamos (y lo curioso es que cierta prensa lo reproduce “inocentemente”) condiciones a la re adhesión de Marruecos a la Unión africana.
Por cierto por ninguna parte aparece quién lo dice, pero la finalidad es conocida. Pero la realidad es otra… diametralmente distinta y distante.
Lo hemos dicho antes y es la ocasión, en vísperas de la 28 Cumbre de la organización continental en Adis Abeba, donde, recordémoslo también porque es importante: se encuentra el rey Mohamed V, de recordarlo, que el Acta constitutiva de la Unión africana que Marruecos ha ratificado y presentado debidamente estipula en su artículo 29 que todo postulante africano (y Marruecos lo es) a la adhesión en la UA “puede, en todo momento (…) notificar a la presidencia de la Comisión su intención de adhesión a la presente Acta y de ser admitido como miembro de la Unión”.
O sea, que, desde el punto de vista jurídico, y los mandatarios africanos o su inmensa mayoría son celosos en observar la legalidad después de tantas convulsiones que han costado carísimo al continente y su organización, la carta magna de la UA exige una mayoría simple que Marruecos obtuvo desde la pasada Cumbre de Kigali en Ruanda cuando 28 Estados miembros habían presentado una nota de apoyo a la vuelta del reino a la organización.
De hecho, según los próximos al expediente nadie ha formulado condición alguna, lo que seria, de conformidad con el espíritu y la letra de la Acta constitutiva, una flagrante violación de la Acta misma, de los estatutos de la UA y de su reglamento interior.
Simplifiquemos pues: mayoría simple: Marruecos cuenta actualmente con 43 apoyos de estados miembros. Acta constitutiva. Fue ratificada y presentada a la presidencia de la Comisión y lo que es infinitamente más difícil de arrebatar a Marruecos: ser africano.
¿Qué quedan?
Mentiras, tergiversaciones y maniobras que todas chocan con la verdad, el derecho y la razón.
