Cronica desde TindufFeatured

Depende de Argelia: Tiempo de reflexión

To be or not to be

Aclaro, de antemano que importa muy poco cómo me llamo, ni de donde soy ni como he llegado hasta aquí, sino lo que voy a revelar, porque a excepción de una sola hermana, toda mi familia (15 miembros entre próximos y lejanos parientes) sigue, como la inmensa mayoría de su población, rehén del Polisario en los campamentos de argelinos de Tinduf y víctima de laberintos de “derechos humanos” y de “solidaridad’ internacional… La situación de la población de estos campamentos es real y potencialmente inquietante. Atada a la vida, la gente se pregunta con qué derecho fue sometida a tantas humillaciones y a tantos atentados contra su dignidad saharaui. Cunde la desconfianza y la parquedad. Desaparecen trágicamente la solidaridad, la fraternidad y el amor al prójimo. La gente no busca más que sobrevivir para el día siguiente con la eterna pregunta de que si alguna ayuda humanitaria internacional u otra limosna haya llegado al campamento y, sobre todo, si les va a llegar.

En Argelia son cada vez más los responsables que se preguntan quién es quién. Es decir, quién es rehén de otro: Argelia del Polisario o el Polisario de Argelia. Y son, cada vez los argelinos que creen que las derivas y los excesos del régimen se deben a sus vínculos con la milicia del Polisario.

La junta militar argelina se encuentra entre la espada y la pared. Sabe pertinentemente que cambiar un ministro o tos los ministros no resolvería el problema del país. Sabe también y se muestra incapaz de decidir, que la solución está en prescindir de la política de milicias porque con un Polisario, Cordón umbilical del mentor con niños militarizados, malversación de la ayuda humanitaria, diversos tráficos y un galopante enriquecimiento, difícilmente se puede hacer una salud.

Argelia está enferma. Su enfermedad se llama Polisario y el remedio la valentía moral y política de superar la actual lógica de insensatez y de alucinaciones, no dilapidar los fondos públicos en una milicia inútil y perversa, pensar en los argelinos y en el futuro del país que no pasa por estrategia de desestabilización de vecinos.

Hoy cambian a ministros ¿Y mañana?

La solución está en otro lado. Para verla y encontrarla bastaría abrir los ojos y ver lo que hay y no lo que se quiere que haya.

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