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El cable más largo del mundo: Marruecos-Reino Unido Por Dr. Mohamed Bouissef Rekab

Reflexiones

 

Dr. Mohamed Bouissef Rekab
Profesor/Analista

El mundo está evolucionando de manera tan rápida que muchos sienten vértigo ante lo que tienen delante. El desarrollo de la industria mundial no deja un solo resquicio sin tantear. Todo este alboroto técnico necesita perentoriamente energía. Sin energía no se puede hacer nada.

 Con los hidrocarburos, necesarios para producir energía, la comunidad internacional ha contaminado su propio entorno y va hacia una hecatombe natural que si no se remedia pronto, puede dar al traste con nuestro planeta.

El hombre busca desesperadamente salir de este estado catastrófico corrompido por él mismo. Para ello acude a las energías renovables que, como se sabe, se obtienen de fuentes naturales e inagotables y que se renuevan por ellas mismas y que son claves para alcanzar la sostenibilidad en nuestro mundo.

En Marruecos la revolución en este marco la lidera la faraónica tarea de nuestro soberano SM el Rey Mohamed VI y los resultados son muy optimistas.

Es por ello, por considerar que este proyecto energético es positivo, Marruecos y el Reino Unido van a conectarse con un cable trasatlántico (serán cuatro cables combinados de alto voltaje que irán unidos en un único tubo tendido en el suelo oceánico;  representará el más grande de su categoría) a través del cual nuestro país suministrará electricidad (a través de energía renovable) al Reino unido: será el 8% de la energía que necesita UK.

Reino Unido, como el resto de los países del mundo debe cubrir la demanda de sus usuarios en tiempo real y como la energía no se puede almacenar -de momento-, se tiene que producir para consumirse de manera instantánea. Por ello, y para luchar contra la contaminación del clima, se ha pensado en este mega proyecto energético anglo-marroquí: será montar una enorme central solar, otra central eólica y un numeroso grupo de baterías para poder producir 10,5 gigavatios de energía, que alimentará a numerosísimos hogares británicos.

El proyecto se considera como una fuente de alimentación energética para siete millones de hogares británicos, según los responsables del proyecto, lo que aliviará en gran medida la necesidad que ese país tiene. El cable irá directamente de suelo marroquí a tierra británica, sin pasar por Europa. Es lo que pretende el Reino Unido después del Brexit. El tendido tendría una longitud de 3800 kilómetros: algo tremendo, pero que el hombre es capaz de conseguir gracias a su tesón.

Por ello se está trabajando para producir energía limpia las 24 horas del día usando las dos centrales mencionadas y con las baterías de reserva funcionando sin detenerse, para cuando se produzcan caídas del nivel de producción.

Tanto a Marruecos como al Reino Unido, el Brexit les ha venido bien, ya que ambos Estados están enfrascados en grandes proyectos en todos los niveles, fortaleciendo cada vez más sus relaciones de amistad y cooperación. Muchos vaticinan que es sólo el comienzo, y que más adelante habrá fortalecimiento de esta estrecha amistad.

¿Acaso creen nuestros vecinos del Este que nos  vamos a ahogar porque el acuerdo del gasoducto Magreb-Europa no se renovará?

Se equivocan, porque las alternativas son numerosas. De momento señalamos este mega proyecto entre el Reino de Marruecos y el Reino de Gran Bretaña, para que se entienda que, si una puerta se cierra, otras se abren de par en par. Ya pueden dejar las fronteras cerradas y prohibir el espacio aéreo a nuestros aviones civiles y militares que nada nos parará; la lucha para mejorar no dejará de manifestarse en todos los ámbitos.

Nuestro país tiene un plus que muchos querrían alcanzar: credibilidad y seriedad.

Los ciudadanos marroquíes secuestrados en las barracas de Tinduf tienen la oportunidad de disfrutar de estos progresos junto a sus hermanos del resto del país cuando consigan regresar a la Madre Patria. Siempre serán bienvenidos.

 

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