Al margen de la presentación de un memorando titulado “El derecho al agua: enfoques para enfrentar el estrés hídrico”, elaborado por el Consejo Nacional de Derechos Humanos (CNDH), de conformidad con sus orientaciones estratégicas (2022-2024), el director de estudios e investigaciones del Consejo, Mohamed El Hachimi, concedió una entrevista a la MAP, en la que analiza el contexto de la redacción del memorándum, sus puntos salientes y su impacto a favor de los derechos humanos en Marruecos.
– ¿En qué contexto se produce el desarrollo de este memorándum?
Este memorándum se enmarca en la participación del CNDH en el debate público que vive nuestro país desde hace varios años sobre el estrés hídrico. En septiembre de 2022 organizamos un ciclo de encuentros y debates denominado “Ágora de Derechos Humanos”. La primera sesión estuvo dedicada al tema del derecho al agua y el estrés hídrico en Marruecos y estuvo marcada por un panel de participantes interesados en este tema, desde todas las dimensiones del tema del estrés hídrico, incluyendo la agricultura, la economía y el entorno.
Hemos tratado de cubrir todos los aspectos de este tema complejo, y sobre la base de estos intercambios, hemos desarrollado estos resultados. Posteriormente, el Directorio decidió finalmente elaborar y presentar este memorándum el cual fue validado por la Junta General de Directorio celebrada en octubre de 2022.
– El memorándum se basa en la efectividad de los derechos humanos. ¿Cuáles son sus destaques en la promoción del derecho al agua?
El memorando presenta recomendaciones divididas en dos categorías. El primero se refiere a las medidas que el memorándum considera necesarias para tomar inmediatamente « medidas urgentes », como la necesidad de tener en cuenta el coste del agua en el modelo inversor adoptado en Marruecos y la necesidad de limitar el número de cultivos que consumen una gran cantidad de agua, mientras que la segunda categoría de recomendaciones se refiere a medidas que responden a una reorientación estratégica de la política pública en materia de recursos hídricos, en particular la investigación científica, la aceleración de la desalinización del agua de mar y la mejora de su modo de consumo.
-Según su visión de la evolución de la política del agua, ¿cuáles son las perspectivas de aplicación de estas recomendaciones en Marruecos?
Marruecos tiene una experiencia interesante en la gestión del agua. Somos un país que acumula varias décadas en el campo de la construcción de presas, un logro que queremos capitalizar.
Para el CNDH, se trata sobre todo de intentar abrirse a soluciones no convencionales, en particular a través de las aguas residuales y el agua de mar que constituyen un componente, hasta ahora, subexplotado en Marruecos pero que merece de todos modos un lugar preferente en el política pública del Estado en materia de agua. En consecuencia, un porcentaje importante de los recursos hídricos deben extraerse de estas aguas no convencionales, de ahí el interés para el Reino de acelerar el ritmo de explotación de estos recursos.