Redacción de Tánger.-Infomarruecos/Conacentomarroquí
El Ensanche de Tetuán es el barrio moderno construido durante el protectorado español en esta ciudad. Tiene un bonito diseño y es complementario a la antigua medina, centro vital de la ciudad.
Constituye hoy una pieza urbana singular y reconocible, que juega un papel importante en el conjunto de la ciudad, entre la vieja medina y los nuevos barrios y representa la huella física más relevante de la presencia española en Marruecos.
La ciudad de Tetuán ha estado estrechamente ligada a la cultura española durante varios periodos de su historia, especialmente desde que los moriscos se asentaran en la ciudad a partir del siglo XV.
En 1912, se estableció el protectorado español en el norte de Marruecos. Elegida como capital del protectorado y una vez pacificada la zona, entre 1927 y 1956 la ciudad experimenta una intensa transformación urbanística por la que sus barrios y edificios adquieren una imagen muy similar a los de otras ciudades españolas de la época.
A diferencia de los ensanches desarrollados por los franceses como núcleos aislados en ciudades como Fez o Marrakech, la estructura del ensanche de Tetuán se configura como una continuación de la ciudad existente, adaptándose y relacionándose con el entramado urbano antiguo. Su estructura se organiza en torno a una gran plaza circular, actualmente llamada plaza de Muley el Mehdi, donde convergen seis grandes ejes viarios y donde se asentaron edificios notorios como la Iglesia de Nuestra Señora de la Victoria o la sede de Correos. La morfología del ensanche es la característica de este tipo de actuaciones urbanísticas. Presenta una fuerte regularidad de manzanas y volúmenes y escalas equilibradas. Los edificios son predominantemente de tres alturas más bajo y ático retranqueado, mientras que los ejes viales poseen una anchura de entre 12 y 15 m.
El eje más importante es la avenida de Mohamed V, antiguamente conocida como avenida del Generalísimo, que atraviesa el ensanche transversalmente en dirección oeste-este. Esta vía conecta la mezquita de Hassan II con la plaza de El Jala, principal punto de conexión con la medina, y concentra numerosos comercios y cafés, además de edificios singulares y representativos como el Casino Español.
El diseño del ensanche, así como muchas de sus edificaciones, se deben a Carlos Ovilo. Su construcción comenzó en 1917.