Claro y contundente mensaje de los jeques y dignatarios saharauis del MSP al Polisario y a sus apoyos
Aclaro, de antemano que importa muy poco cómo me llamo, ni de donde soy ni como he llegado hasta aquí, sino lo que voy a revelar, porque a excepción de una sola hermana, toda mi familia (15 miembros entre próximos y lejanos parientes) sigue, como la inmensa mayoría de su población, rehén del Polisario en los campamentos de argelinos de Tinduf y víctima de laberintos de “derechos humanos” y de “solidaridad’ internacional… La situación de la población de estos campamentos es real y potencialmente inquietante. Atada a la vida, la gente se pregunta con qué derecho fue sometida a tantas humillaciones y a tantos atentados contra su dignidad saharaui. Cunde la desconfianza y la parquedad. Desaparecen trágicamente la solidaridad, la fraternidad y el amor al prójimo. La gente no busca más que sobrevivir para el día siguiente con la eterna pregunta de que si alguna ayuda humanitaria internacional u otra limosna haya llegado al campamento y, sobre todo, si les va a llegar.
El Movimiento Saharauis por la Paz (MSP) ha solicitado formalmente su incorporación como miembro observador en la Internacional Socialista, organismo que reagrupa a más de 100 formaciones políticas de corte socialista, laborista y social demócrata en el mundo.
Es más, de una simple noticia. Estamos ante la verdadera dimensión de lo que la junta militar argelina llama “problema” del Sahara.
El MSP mayoritario en el Sahara, aunque no guste a los sahrauizados españoles, se perfila, por su dimensión, su credibilidad ante los saharauis y, sobre todo, su combate por la paz y no por la guerra, por el realismo y no por la servidumbre a las miras hegemonistas argelinas y por su proyecto político y no el del región militar argelino, como el relevo a un Polisario, anclado en la guerra fría, con sus Podemos e Izquierdas Unidas, Cubas y Venezuelas.
El Polisario es el pasado. El MSP es el presente y el futuro. El Polisario es la utopía. El MSP es el realismo. El Polisario es el sufrimiento de los saharauis. El MSP es el bienestar y el progreso. El Polisario es la violencia y las guerras imaginarias. El MSP es la paz y la mano tendida.
Con esta solicitud de adhesión, queda clara la problemática saharaui, entre intereses geopolíticos de unos y miras electoralistas de otros.
Así es el “pueblo’” saharaui y así son los sahrauizados.