El Polisario en las redes sociales: No saber a quien difamar ni por qué difamar
Aclaro, de antemano que importa muy poco cómo me llamo, ni de donde soy ni como he llegado hasta aquí, sino lo que voy a revelar, porque a excepción de una sola hermana, internada hace 11 meses en un hospital de Nuakchot, antes de decidir regresar a su país: Marruecos, toda mi familia (15 miembros entre próximos y lejanos parientes) sigue, como la inmensa mayoría de su población, rehén del Polisario en los campamentos de Tinduf pero esto no lo sabrán a través de España y sus laberintos de “derechos humanos” y de “solidaridad’ internacional… preferente y casi exclusivamente con una ínfima parte de los saharauis.
La gente, incluida la que aun « simpatiza », por una u otra razón, con la milicia del Polisario se pregunta de donde saca el Polisario “estos payasos en las redes sociales”.
Ni saben lo que dicen ni dicen lo que no saben. Insultan a diestro y siniestro y buscan las noticias más inverosímiles sobre Marruecos. Al final tenemos un nuevo TBO en las redes sociales que nos hace reír.
Naturalmente, los que conocen el tema, saben que con raciones de la ayuda humanitaria no se puede hacer mejor. Pero también saben que un vigilante nocturno, un mendigo o un, basurero de circunstancia no puede ser buen comunicador. La comunicación es un arte y una ciencia.
Da la impresión de que solo quieren justificar las miserables raciones de la ayuda humanitaria internacional. Pr ello, ni saben a quién calumniar ni como calumniarlo.
Al final se deduce que a Marruecos no hay absolutamente nada que reprochar y no está expuesto a ninguna difamación.
Otra cosa seria la obsesión que hace perder el norte. ¿Qué se puede decir de Marruecos? ¿Cómo encontrar sus trapos sucios? El arte de insultar que acaba siempre en un cubo de basuras y por consiguiente en un vertedero, como la propia milicia del Polisario.