El Polisario por un polisarista “En avanzado estado de descomposición”

H.ZSR es un septuagenario, amigo de nuestro compañero Khalil R’Guibi que ha pasado más de la mitad de su « despilfarrada vida » como la califica, en estos campamentos de la vergüenza.

Antes de hablar cita a Ghandi: “el mejor viajero no es el que da cien vueltas al mundo, sino el que da una sola vuelta a sí mismo”. Él acaba de dar esta vuelta a sí mismo “y la verdad es que siento una asfixiante vergüenza por todo lo que hice y por todo lo que dejé de hacer”.

El hombre nunca ha ocupado “altos cargos” pero si “funciones estratégicas”. Por ello conoce las “tripas del Polisario más que nadie”.

“Aquí (campamentos argelinos de Tinduf) hay unos y otros. Los primeros parecen haberse nacido con estrella. Los segundos, estrellados”.

Suelta una carcajada antes de proseguir, tapándose la boca para ocultar los muy pocos dientes que aun conserva: “Los primeros no están aquí ni por principios ni por ninguna causa, sino por los sueldos y funciones”.

Lo explica a su manera: “ministros, embajadores, walies, consejeros… todo este mundo teme perder esta calidad y lo que aporta”.

Marca una breve pausa, con la mirada perdida en la inhóspita perspectiva y enlaza:  » « De todos modos, en estos campamentos, pueden pasar días antes de que te tropieces con un verdadero sahraui ».

H.ZSR, alias Hamza, jura y vuelve a jurar que en toda su vida en “este campo de concentración, nunca gané más del pan del día”. Por ello, en casi 40 años ni tengo camellos en Mauritania ni cuentas bancarias en Canarias ni bienes inmobiliarios en Argelia”.

“Te digo una cosa: el Polisario es un gran y muy sucio negocio”, concluye antes de levantarse e ir sin saludar.

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