Campamentos argelinos de TInduf: Pero... Donde estàn los rehenes?
Aclaro, de antemano que importa muy poco cómo me llamo, ni de donde soy ni como he llegado hasta aquí, sino lo que voy a revelar, porque a excepción de una sola hermana, toda mi familia (15 miembros entre próximos y lejanos parientes) sigue, como la inmensa mayoría de su población, rehén del Polisario en los campamentos de argelinos de Tinduf y víctima de laberintos de “derechos humanos” y de “solidaridad’ internacional… La situación de la población de estos campamentos es real y potencialmente inquietante. Atada a la vida, la gente se pregunta con qué derecho fue sometida a tantas humillaciones y a tantos atentados contra su dignidad saharaui. Cunde la desconfianza y la parquedad. Desaparecen trágicamente la solidaridad, la fraternidad y el amor al prójimo. La gente no busca más que sobrevivir para el día siguiente con la eterna pregunta de que si alguna ayuda humanitaria internacional u otra limosna haya llegado al campamento y, sobre todo, si les va a llegar.
La última invención de la perturbada imaginación polisarista: Secuestrados de la “causa”… perdida. Lo saben y fingen no saberlo. Su capital por el que se enriquecen son los rehenes en los campamentos. Sin ellos no serian lo que son y en lo que se han convertido. Ayer pobretones no teniendo donde morir, hoy con jugosas cuentas bancarias. De donde este extraño afán de inventar slogans, ilusiones y falsas esperanzas.
¿Quién los cree?
Tampoco ignoran que nadie en el Guantánamo argelino de Tinduf cree sus chorradas, pero… el negocio es negocio y el Polisario y su “causa” son esto: negocio.
Por ello estos refugiados secuestrados deben conocer lo que es su país: Marruecos, lo que es su provincia: El Sahara marroquí su desarrollo y el nivel de progreso y bienestar que han alcanzado con el reconocimiento y gratitud de propios y extraños.