EL PROTECTORADO ESPAÑOL EN MARRUECOS: Una historia compartida durante 44 años

Es cierto que lo dicho es sólo una parte de la verdad si tenemos en cuenta que el interés español por Marruecos se gestó a lo largo del siglo XIX. A partir de 1830 la presencia hispana en Marruecos se hizo más notable y su influencia política aumentó.
Hay que señalar que no fue una casualidad que en 1848, España ocupara las islas Chafarinas, tampoco lo fue la guerra de África, ambos considerados como los primeros pasos de un proceso que terminó por despertar los intereses del colonialismo español, lo cual era sólo un factor entre otros muchos, como la mala situación política, económica y social en el país a mediados del siglo XIX.
Sin duda, estos factores influyeron de manera decisiva para que España fuera incluida en el seno de los países que debían repartirse Asia y África en las siguientes décadas.
Según Martín, desde 1887, las iniciativas comerciales con Marruecos comenzaron a extenderse, entre ellas, la participación en el Banco Hispano-Colonial, la construcción de una factoría, la creación de la primera empresa tangerina de alumbrado público, la organización de diversas misiones comerciales, la creación de escuelas y la expansión misionera, así como la construcción del ferrocarril y de las líneas Tánger-Fez y Ceuta-Tetuán, así como la colonización agrícola de la zona y, finalmente, la construcción del puerto de Ceuta.
Aquellos fueron algunos factores que favorecieron la expansión española en Marruecos, que se concretó en la celebración de la Conferencia de Algeciras de 1906, donde se dio luz verde a España para el establecimiento del protectorado que se instauró en 1912, sin olvidar, eso es cierto, los factores políticos, que eran decisivos, paralelamente con los intereses franceses, alemanas e ingleses.
En aquel año de 1912 se desconocía casi todo acerca de Marruecos. Se ignoraba el número de habitantes en la zona del protectorado español, aunque se conocía que era eminentemente rural y no se sabía casi nada sobre las riquezas de la región bajo dominio español, que contaba con sólo dos ciudades, Tetuán y Larache. Tánger era ya zona internacional y quedó fuera del protectorado.
El Acta de la Conferencia de Algeciras firmada el 7 de abril de 1906. Consta de 123 artículos. Recoge los trabajos de la Conferencia en seis partes, correspondientes a las medidas propuestas para el mejor gobierno del país con la ayuda extranjera en seis áreas o campos de acción: organización de la policía, régimen de importación de armas, creación del Banco de Estado de Marruecos, impuestos, reglamento de aduanas y Servicios y Obras Públicas. Cabe señalar que en ninguna parte del documento se habla expresamente del Protectorado. Sin embargo, todo el contenido implica tal situación.
“Entre los pactos que no fueron anunciados entre Francia y España, uno en junio de 1900 y otro en octubre de 1904, que fijan el reparto de Marruecos entre los dos, sin determinar las dimensiones de este reparto, aunque permite a España compartir las responsabilidades con Francia en una parte de Marruecos”, afirma el profesor Abdelhadi Boutaleb, (ex ministro marroquí y ex consejero del difunto Rey Hassan II). Quedaba claro, aunque implícito, que la parte aludida en el texto era el norte de Marruecos.
Los dos pactos mencionados entre España y Francia fueron la base del acta del Protectorado de 1912. Según el documento, las negociaciones entre estas dos naciones desembocaron en la firma del acuerdo del 27 de noviembre de 1912, que determinó con exactitud la responsabilidad de cada parte, España en el norte y Francia en el sur, aunque España fue más allá de su autoridad cuando se apoderó de otras partes en el sur.
El protectorado español en Marruecos duró 44 años (1912-1956, año de la independencia del país norteafricano) y pasó por tres fases políticas. La primera se caracterizó por la resistencia nacional marroquí durante la etapa de la monarquía española (1912-1931), que coincidió con la ocupación directa y el asentamiento de las bases del colonialismo.
La segunda estuvo caracterizada por la presentación de un programa de reformas por parte del movimiento nacional durante la segunda república española (1931-1936) y la última, la evolución del movimiento nacional en el norte de Marruecos después de que Franco subiera al poder (1936-1956).
Los españoles reconocieron el principio de independencia de Marruecos y la unidad del Reino, aunque mantuvieron ciertas ciudades y territorios bajo su poder, que después mediante conversaciones entre las dos partes fueron devueltos a la soberanía marroquí como Ifni, Tarfaya y Sáhara. En cuanto al Sáhara hay que recordar que la soberanía marroquí sobre el mismo no es reconocida por las Naciones Unidas y es rechazada por el Frente Polisario.
Marruecos recuperó su independencia el 2 de marzo de 1956.