El Ridículo Político de Argelia en la Escena Mundial
Argelia continúa demostrando una sorprendente habilidad para convertir cualquier situación en un completo desastre. « Al desdichado, las desdichas le buscan », reza el antiguo refrán popular, y en esta ocasión, su actuación en el escenario mundial, particularmente en relación con la cuestión palestina, es otro ejemplo de su torpeza política.
Hace no mucho, Argelia hacía mucho ruido -pero pocas nueces- sobre su apoyo a la causa palestina. Incluso llegó al extremo de romper relaciones con Marruecos por haber normalizado sus relaciones con Tel Aviv. Sin embargo, cuando llega el momento de respaldar sus palabras con acciones concretas, parece que se le olvidó su compromiso, y Argelia se sume en un desconcertante silencio.
Lo más irónico es que, en la práctica, sus grandilocuentes discursos en apoyo a la causa palestina a menudo se traducen en posiciones contrarias a Palestina. Recordemos que Argelia intentó bloquear una resolución de la Liga Árabe que condenaba la violencia y llamaba a un alto el fuego en medio de la reciente crisis en Palestina. Este intento de obstaculizar una resolución en apoyo de Palestina arroja una sombra de duda sobre su supuesto compromiso con la causa palestina.
Mientras en el mundo, las manifestaciones de apoyo al pueblo palestino se multiplican, el régimen argelino opta por prohibir cualquier manifestación pública a favor de Palestina en su propio país. ¿Qué tipo de apoyo es ese? Como dicen por ahí, »haz lo que bien digo, no lo que mal hago » …
Incluso cuando los argelinos intentan expresar su solidaridad con Palestina en las calles, son recibidos con represión brutal y detenciones. ¿Dónde queda el respaldo a la causa palestina cuando no se permite a la propia población argelina manifestar su solidaridad?
En realidad, todo esto refleja la estrategia oportunista de Argelia, que parece basarse en tomar decisiones políticas en función de circunstancias cambiantes. Argelia no critica a Israel ni sus prácticas, pero critica a aquellos países que buscan una aproximación a la paz con Israel. Esto revela una gran contradicción entre las palabras y los hechos de este régimen.
Según algunos analistas, hay temor en los líderes argelinos en lo que respecta a Israel. Al prohibir las manifestaciones pro Palestina, están enviando señales a Israel y a sus partidarios de que no son hostiles hacia el Estado hebreo. Su enfoque parece más basado en la conveniencia y en no molestar a ciertos actores internacionales, en lugar de en principios sólidos.
El marroquí parece ser una piedra en el zapato para Argelia, y cualquier cosa que involucre a Marruecos parece ser motivo de preocupación. El conflicto parece basarse más en rivalidades geopolíticas que en apoyo genuino a la causa palestina.
Así, Argelia no ha estado a la altura de su retórica en lo que respecta a la causa palestina. Sus acciones y decisiones políticas contradicen sus declaraciones públicas, lo que plantea serias dudas sobre su verdadero compromiso con esta cuestión. Mientras tanto, la población argelina queda atrapada en medio de estas incoherencias políticas y la represión de su derecho a expresar solidaridad con Palestina. La paciencia del pueblo argelino está en sus últimas… ¿Cuánto va a aguantar? Esa es la pregunta que todos nos hacemos.