CrónicasFeaturedLas cosas lo que son

El talento debería ser una celebración y no una agonía, Iliass Ben Abdennour 

Reflexiones

No hace falta izar la bandera de nadie, agachar la cabeza o menospreciar lo autóctono para ser aceptados por el « otro ». Ese afán por infravalorar lo marroquí y aplaudir lo que viene de fuera dice mucho de lo que realmente somos.

Hay que dar confianza, seguridad y tiempo de calidad a aquellos que están sumidos en el olvido y el desprecio, sin la obligación de encumbrar lo ajeno y relegar a un segundo plano lo propio.

Deberíamos preguntarnos seriamente por qué se desaprovecha el talento y la ambición de muchos jóvenes, será por falta de oportunidades o simplemente porque la mediocridad se ha convertido en un requisito importante para triunfar, alzar la voz y darse a conocer. Se trata de casos que requieren una reflexión profunda, sincera y objetiva. Cuando te pones a analizar el potencial del que tienes al lado y descubres que el secreto de su fracaso está relacionado con su apellido o con alguna otra cosa, la desilusión invade tus sueños, el camino se entorpece y te ves obligado a arrojar la toalla.

No tenemos nada que envidiarle al resto de humanos, podemos comer en la misma mesa que aquellos que se creen el centro del universo, con la cabeza alta y mirándonos a los ojos. Debemos trabajar juntos con responsabilidad y sentirnos orgullosos de lo que hacemos y de lo que somos.

Afficher plus

Articles similaires

Bouton retour en haut de la page