Jihane Jedidi es óptica, periodista, directora de Comunidad de infomarruecos.ma
Hay acuciantes necesidades y precariedades que la dignidad y el orgullo eclipsa.
Por recomendación (suplica) de nuestro conserje Ammar, visitamos ayer en el vecindario a una familia compuesta de la madre (Chama), su esposo (Fettah), vendedor ambulante de rosquillos durante los meses de verano (junio, julio, agosto y gran parte de septiembre) y sus, hasta ahora tres hijos de corta edad.
Ammar nos dijo que la familia no solo no tenía con qué comprarse un cordero para la Fiesta del sacrificio, sino, incluso, para garantizar las tres comidas del día.
Total, vimos la enigmáticamente generosa familia (que nos ofreció té y… rosquillos caseros preparados por Chama) y entre familiares y amigos le colectamos una ayuda en metálico mientras que nuestro amigo A.F ex diplomático, prometió a la familia traerle mañana o pasado un cordero.
Feliz desenlace para esta familia. Pero… ¿Cuántas familias existen como la familia Fettah? Como dirían nuestros hermanos los egipcios “Ojo que ve, mano que no llega”.