Said Jedidi es embajador de la paz por el Circulo Universal de Embajadores de la paz (Suiza-Francia) periodista y escritor
A raíz de unas “inoportunas” declaraciones de Benkiran en las que reprochaba públicamente a Rusia haber “destruido” a Siria, el embajador ruso en Rabat ha protestado oficialmente.
Es normal…
Lo anormal es la reacción del ministerio de Asuntos exteriores y Cooperación que, entre otras puntualizaba al respecto que “ante la complejidad y su gravedad, las posiciones las posiciones de Marruecos no pueden ser objeto de improvisaciones inciertas ni de expresiones de puntos de vista personales”.
O sea, que el Sr. Benkiran ha hecho aquellas declaraciones a título personal o incluso en tanto que secretario general del PJD. Entonces ¿Por qué tanto lio?
El comunicado de AA.EE hubiera podido evitar frases como “declaraciones dudosas “inciertas” u otras. Hubiese podido encontrar la fraseología diplomática para justificar en la medida de lo posible la declaración del jefe del gobierno saliente y designado y paliar la gravedad de su alcance. Para aclarar a Rusia, al mundo y sobre todo al propio Benkiran y quien lo quiere saber hubiera podido resultado suficiente indicar que en este país es “el rey quien es garante de la constancia y de la perennidad de las posiciones diplomáticas del reino y del respeto de sus compromisos internacionales”.
Mal hizo Benkiran en confundir entre la velocidad y el tocino y mal ejemplo hemos dado a Rusia y a los observadores en Rabat sobre la cohesión gubernamental en Marruecos.