Procedente de la vecina Cuba, el rey Mohamed VI está en Miami (Florida) donde acababa de pasar una semana en el marco de una visita privada pero muy activa, con múltiples encuentros con los dirigentes anfitriones.
Fuentes dignas de fe prevén un próximo restablecimiento de relaciones entre los dos países. Incumbe ahora al Ministerio de Exteriores y Cooperación dar los retoques necesarios para dar cuerpo a la iniciativa real.
Todo en su debido tiempo…
En espera el rey será el segundo Jefe de Estado africano, después del egipcio, el mariscal Abdelfettah Sissi en reunirse con el presidente americano Donald Trump. Será el domingo próximo, con, incluso, un almuerzo ofrecido por el actual inquilino de la casa Blanca en honor del Soberano.
De hecho las relaciones entre Marruecos y el nuevo presidente estadounidense son o mejor dicho eran (antes de esta visita real) casi inexistentes y remontan a una visita del entonces multimillonario americano a Tánger en 1989 y su recibimiento en 1992 por el difunto rey Hassan II en el célebre Plaza Hotel de Nueva York.
Con una (Cuba) como con los otros (EE.UU. o por lo menos su nuevo presidente) se trata de recuperar el tiempo perdido en el marco de lo que el letrado Saad Sahli llama “nuevo ,modelo de diplomacia” en alusión a esta nueva fórmula de vacaciones diplomáticas que acaba de inaugurar el rey Mohamed VI en Cuba y prosigue en Estados Unidos.