Debemos aceptar que en la actual gira real por algunos países del continente africano no siempre las cosas estaban/eran fáciles aunque el resultado ha sido absolutamente fantástico, gracias a la sabiduría real y a la clarividencia de sus opciones en cuanto a los adversarios de Marruecos y los que lo eran o son menos.
Lo decimos, porque mientras que el rey Mohamed VI se prepara a iniciar una visita oficial, el presidente de Zambia Edgar Lungu acaba de recibir a un responsable de la fantasmagórica RASD a quien aseguro que su país “permanece determinado a reforzar las relaciones bilaterales con el Polisario”.
¿Declaración destinada al consumo local o simplemente calmante a argelinos y a sur-africanos?
En todo caso Zambia anuncio en julio pasado haber retirado su reconocimiento a la entidad fantoche de Argel, firmando incluso, junto a otros 27 países del continente, la moción que “reclamaba la suspensión de las actividades de la RASD” en el seno de la Unión africana.
Lo mismo sucedió en los países visitados antes por el Soberano, algunos de los cuales recibieron en vísperas de la visita real al “embajador” de la banda del Polisario, pero, como decíamos antes, los resultados de la visita real superaron, de lejos…muy lejos, las previsiones más optimistas de los observadores.
El rey, a falta de un comunicado que lo postergue, va a visitar Zambia y como los países anteriores solo los resultados determinaran el alcance y la importancia de esta histórica iniciativa real, porque el grueso del objetivo del nuevo periplo africano real ha sido amplia y satisfactoria realizado.
Invertimos en Africa cuando otros dilapidan los fondos de sus contribuyentes tratando de sabotear estos esfuerzos de bienestar.