Como dicen los franceses, Argelia y el Polisario están “en muy malas sabanas” como diría nuestro colaborador argentino Dr. Adalberto Carlos Agozino “malos momentos para las ilusiones del separatismo”.
Nos referimos a Argelia y a lo que creía ser sus armas de destrucción masiva contra Marruecos: las milicias del Polisario que, tras el restablecimiento de relaciones entre Marruecos y Cuba buscan desesperadamente un argumento para justificar su fracaso como lo habían hecho en Adis Abeba y en muchos otros lugares.
Marruecos ni se entera, pero parece que los medios de “comunicación” argelinos y su cola polisarista hablan desde ayer de una carta del gobierno cubano en la que le asegura que “nada ha cambiado”.
Es realmente para morirse de risa. En sus conversaciones con las autoridades cubanas durante su estancia privada en La Habana el rey Mohamed VI, desmentidas por Argelia y su Polisario y que, como se sabe ha culminado en este espectacular y muy doloroso para algunos, restablecimiento de relaciones entre los dos países, nunca citó a la banda del Polisario ni lo que puede representar o no para Cuba, que esto vendrá solo dentro de poco.
La guerra fría ha terminado. La paz caliente no existe… aun. Marruecos ha cambiado de estrategia y no hay peor ciegos y sordos que Argelia y su Polisario que no quieren ni ver ni escuchar.